Los trabajadores de las salas de juego, bingos y casinos reclaman a la Generalitat la apertura de estos centros, que permanecen cerrados, con los mismos criterios de seguridad que otras actividades como teatros, gimnasios, centros de belleza y cines. 

Los 8.000 trabajadores de las 183 salas recreativas sitas en Cataluña quieren abrir sus centros de trabajo que, por estar cerrados, dejan de ingresar tributos por valor de 240 millones de euros, según datos del sector. 

Los trabajadores se manifestarán mañana en la plaza de Sant Jaume para reclamar la apertura ya que consideran la actitud del Govern como arbitraria porque son centros que tienen todas las garantías para el control del aforo.

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