Laura Borràs, la jefa de filas de Junts per Catalunya (JxCat) en Madrid, ha remitido a la Mesa del Congreso un escrito de “reconsideración” de la tramitación de su suplicatorio que está previsto para su votación antes de finales de junio. La diputada neoconvergente intenta a la desesperada que no prospere este suplicatorio del Tribunal Supremo que la investiga en una presunta causa de corrupción. Hasta ERC ha manifestado su voluntad de votar a favor para que Borrás “se pueda explicar”.
La diputada se parapeta tras la crisis del Covid-19 para evitar su suplicatorio. Según el escrito registrado en el Congreso de los Diputados, “el Tribunal Supremo no ha respetado lo establecido en el Real Decreto 462/2020 de 14 de marzo” porque “se suspenden términos y se suspenden e interrumpen los plazos previstos en las leyes procesales”. La persona de confianza de Puigdemont en el hemiciclo considera que “la causa que se sigue en mi contra no entra dentro de ninguna de las excepciones previstas en dicha norma”.
De hecho, Borràs pretende con este escrito dilatar su suplicatorio acusando al Supremo de no respetar las leyes que se aprobaron ante la pandemia y pide a la Mesa del Congreso, presidida por Meritxell Batet, que “reconsidere su decisión” porque según el Estatuto de los Diputados “no serán admitidos los suplicatorios que no fueren cursados y documentados en la forma exigida por las leyes procesales vigentes”. Según la filosofía de este documento, está claro que si el suplicatorio sigue su curso Borràs tendrá un argumento para su propaganda en la que acusará a la justicia española de no respetar sus propias normas y al Congreso, es decir al resto de los partidos, de ser cómplices.