La presidenta del Grupo Socialista, Adriana Lastra, y el diputado de ERC, Joan Josep Nuet, unieron sus destinos absteniéndose en la votación sobre el estado de alarma. Adriana Lastra, sin duda, no tuvo su día. Señalada por sus compañeros como la responsable del fiasco del pacto con Bildu que ha enojado a PNV, Ciudadanos, Gobierno, PSOE, Partido Socialista de Euskadi, empresarios y sindicatos, también se equivocó a la hora de votar y se abstuvo [ver aquí]. Suerte tuvo la señora Lastra que el Gobierno de Sánchez tenía un cierto margen. Quizás tanto hablar con Bildu de abstención en la votación le traicionó el subconsciente.
Su error no fue precisamente un broche de oro. Moncloa la señala como la causante de un pacto que no tenía sentido. Primero porque los votos de Bildu no eran necesarios y, segundo, porque se reabría un debate que había desgastado primero al PSOE y segundo a la propia coalición de Gobierno. En el PSOE --Ábalos no perdió un segundo en defenderla en una entrevista-- y en Moncloa no desperdician dardos “todo el mundo se puede equivocar, pero al menos algunos leemos las cosas”, dice un dirigente socialista, insinuando que Lastra no leyó el documento firmado con Podemos y Bildu. Es más, algunos apuntan al afán de protagonismo de Lastra que con la pandemia ha pasado a un segundo plano. “Cuándo has visto que el PSOE firme un acuerdo con un partido en este estado de alarma”, comenta a Crónica Global un diputado socialista. Ciertamente, nunca. Los acuerdos se anunciaban pero nunca se firmaba un documento y menos con la presidenta del grupo.
Nuet, el diputado republicano que fue diputado de los Comunes en el Parlament y responsable de EUiA, también se equivocó. Al menos, es lo que suponemos porque Nuet se abstuvo y no siguió la consigna de su grupo, Esquerra Republicana, que votó en contra después de un sonado desencuentro con los socialistas. ¿Nuet se equivocó? ¿o estamos ante un nuevo rifirrafe? De momento, en ERC ponen sordina. El tiempo dirá.