Felipe VI es el jefe de Estado de un régimen totalitario y comunista, según se desprende de la intervención de la diputada de Vox Macarena Olona en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Y la coalición social-comunista que dirige el Gobierno de España es la única en el mundo que permite a su oposición hacer intervenciones de este calibre en la cámara de representación popular. O sea, debe ser un gobierno comunista demasiado permisivo.
La señora Olona no contenta con estos aspavientos ha acusado a dos periodistas --Antonio García Ferreras y Ana Pastor-- de ser genuinos representantes del Ministerio de la Verdad, que manipula la información para imponer una ideología. Por si fuera poco, Olona ha rematado acusándolos de ser la Gestapo del régimen.
La incoherencia, inconsistencia e ignorancia de Olona es seguramente indecente. No estamos en un régimen totalitario, tampoco en un régimen comunista y los periodistas ejercen libremente la libertad de expresión. Además, la Gestapo no era comunista. La Gestapo estaba mucho más cerca de las posiciones de extrema derecha.