Algunas malas lenguas del mundo independentista ponen paternidad a la intervención de Miquel Buch quejándose de que el Gobierno haya enviado 1,714 millones de mascarillas porque esa cifra, que evoca a una fecha muy concreta, es una mofa y una ofensa a Cataluña, según el titular de Interior. Señalan como autor intelectual, si a eso se le puede tachar de intelectual, a su director de comunicación y hombre de confianza de Carles Puigdemont, Joan Maria Piqué.
Solo los más irredentos secesionistas están entusiasmados por la teoría de la conspiración contra la pérfida España que “se ríe de Cataluña” hasta con el envío de mascarillas. En Esquerra Republicana el vergonzante análisis político del conseller de Interior ya ha tenido respuesta. Gabriel Rufián se la ha dado vía Twitter, subiendo al podio aquello de lo breve si bueno, dos veces bueno. “No, no es el Polònia”. No hace falta decir mucho más.