El vuelo del Puente Aéreo de las 15.45 del día 5 de enero de Madrid a Barcelona iba lleno hasta la bandera. No cabía ni un alfiler. En las plazas de business, cuatro destacados diputados volvían a casa tras el primer tramo de la sesión de investidura. No se mezclaban con la plebe en la zona privilegiada de Iberia. Se trataba de Laura Borràs, Jaume Alonso Cuevillas y Ferràn Bel de Junts per Catalunya. Junto a ellos, y en primera fila, el representante de ERC Joan Josep Nuet.
El pleno había acabado y volvían a Barcelona. Otros compañeros catalanes del hemiciclo optaron por el AVE. Ellos, todos muy reprimidos, optaron por la preferente del Puente Aéreo ya que paga el represor Congreso de los Diputados español.
La mariposa amarilla que lucía en la Cámara Baja Laura Borràs seguía en su solapa como es habitual. La corbata de Jaume Alonso Cuevillas, de riguroso amarillo chillón, había desaparecido. ¿Se había acabado el numerito revolucionario del escaño?