Los malditos grupos de Whatsapp... A Quim Torra, no ha gustado que, en los mensajes que se cruzan los miembros de Junts per Catalunya, se de por hecho que la Junta Electoral Central le va a inhabilitar el próximo día 3 de enero, fecha en la que este órgano debe resolver los recursos contra el rechazo de la Junta Provincial de retirar el escaño de diputado al presidente de la Generalitat. La condena por desobediencia no es firme, pero existe la posibilidad de que se aplique la ley electoral para despojar de cargos a los políticos sentenciados por delitos contra la administración pública.
El caso es que algunos dirigentes ya especulan sobre un futuro sin Torra. Tanto el exdiputado en el Congreso Ferran Bel como el consejero de Territorio, Damià Calvet, lo han hecho en público. Pero es que, en esos mensajes internos, Albert Batet parece que ya se postulaba como sucesor, es decir, que se ponía a "disposición del partido", que siempre queda bien. No es descabellado que Batet se haga ilusiones, porque todos los posibles presidenciables --Carles Puigdemont, Laura Borràs, el propio Torra...-- están contra las cuerdas judiciales.
El caso es que la resolución de la JEC es recurrible y que Torra, enfurecido, exige que los suyos rechacen esa inhabilitación.