El pleno de octubre de la Cámara de Comercio de Barcelona y la declaración institucional que se aprobó en que se pide una “verdadera respuesta de país” a la sentencia del caso del 1-O es pasto de la polémica. Tanto por el sentido de la iniciativa impulsada por el presidente, Joan Canadell, como por el apoyo que recabó en la sesión.
Se aprobó por mayoría de los asistentes, en esto nadie duda. Pero mientras que el equipo de Eines de País, surgido de la ANC, asegura que obtuvo 33 votos a favor, representantes de las candidaturas de Enric Crous y Carles Tusquets mantienen que la contabilización que se hizo en la sala este miércoles sólo sumaba 31 apoyos. Detallan incluso que en un primer momento el secretario de la Cámara, Xavier Coronas, contó 30 adhesiones al texto al que se sumó en el último momento el presidente del Grupo Bon Preu, Joan Font.
El baile de cifras no varía el hecho de que los independentistas consiguieran más apoyos de las sillas que ocupan en el pleno. Los últimos cambios y la reciente entrada del Gremio de Hoteles en uno de los llamados sillones de plata han equilibrado los representantes con 30 de Eines de País y otros 30 de las listas que configuraron Enric Crous junto a Pimec, Carles Tusquets, Ramón Macià, las patronales catalanas y las compañías de mayor aportación económica.
Con todo, cabe tener en cuenta que en el pleno de octubre el quórum no llegaba a las 60 personas. Tampoco se advirtió de que se votaría una propuesta de este calado político. Canadell no lo incluyó en el orden del día, la debatió en el turno de ruegos y preguntas.