Jordi Pujol vuelve a propugnar la política del peix al cove que tantos réditos le dio cuando estaba en primera línea política. 

Si hace unos días el expresidente de la Generalitat se olvidaba de la independencia en un artículo y pedía una “financiación justa” para solventar "la cuestión catalana", ahora ha asistido a un almuerzo en el Círculo Ecuestre organizado por la peña de socios Las Alforjas.

En el evento coincidió con figuras destacadas, como el Padre Apeles o el doctor Ramón Soriano. Su presencia no fue del todo grata para algunos de los socios. No obstante, su distanciamiento de las tesis secesionistas que había abrazado en los últimos años le hizo ganar algún que otro adepto. Hizo pública su voluntad de ser enterrado con la bandera oficial de Cataluña, la senyera, en lugar de la estelada.

Finalmente, acabó brindando por el Rey y por la Constitución.