Viernes y Costa Brava. A las ocho de la tarde comenzó una fiesta que se prolongó hasta las dos de la madrugada del sábado y que reunió a lo más granado de la burguesía barcelonesa como inicio del periodo vacacional. El lugar fue la residencia de una acaudalada pareja catalana: el periodista millonario Josep Maria (Tatxo) Benet Ferran (1957) y la notaria leonesa afincada en Barcelona Camino Quiroga Martínez.
Ambos anfitriones están de moda en la capital. Tatxo Benet, por ser el socio de Jaume Roures en Mediapro, además de un destacado activista independentista. Quiroga, porque acaba de introducirse en la junta directiva del Círculo de Economía que lidera Javier Faus, por ejercer de notaria durante el día y por atreverse a subirse a un escenario de noche como cantante de jazz. El matrimonio fue conocido en toda España por comprar la exposición Presos políticos en la España contemporánea, que fue retirada por los organizadores de una reciente edición de la feria artística ARCO.
Su casa de Begur (Girona), en la zona de Sa Tuna, fue el enclave ampurdanés en el que durante más de seis horas compartieron confesiones muchos de los notables de la vida pública de Barcelona, entre los que no faltó el presidente de Aguas de Cataluña y expolítico convergente, David Madí. El que fuera asesor personal de Artur Mas durante un largo periodo de su carrera política –fundamentalmente mientras fue consejero de Economía y más tarde conseller en cap– es también amigo del matrimonio.
También estuvieron Jaume Guardiola, consejero delegado de Banc Sabadell, y el fracasado candidato a alcalde y tertuliano, Jordi Graupera. Muy buscado por los asistentes fue Jacob Wallenberg, el heredero de una de las familias suecas más ricas. Más comentada, por sorprendente con sus posicionamientos políticos, fue la presencia del presidente del Grupo Planeta y de Atresmedia, Josep Creuheras Margenat. Se da la circunstancia de que el líder del grupo editorial y de comunicación casó recientemente a uno de sus hijos en el Empordà, en una fiesta multitudinaria y que generó gran polémica en redes por los cánticos que los invitados profirieron al final de la celebración.