Una persona ha confundido la entrada del Metro de Barcelona con un parking en la plaza de Espanya, frente a la entrada principal de la Fira de Barcelona. Un hecho que ha ocurrido tres veces --en diferentes localizaciones--. En marzo de 2018, un conductor empotró su vehículo en la parada de Diagonal que se encuentra en el paseo de Gràcia. A principios de abril del mismo año, otra persona tuvo el mismo incidente en esta entrada al suburbano.
Más allá de las espectaculares imagen que dejaron estos sucesos, con el vehículo encarado hacia el subsuelo por las escaleras de la entrada al metro, hay un problema de fondo: la deficiente señalización de las entradas a los aparcamientos subterráneos en la ciudad; o quizá de los accesos al suburbano. Una problemática que podría haber generado males mayores, ya que ambas zonas son lugar de peregrinación de cientos de turistas que visitan la ciudad. Más valdrá al Ayuntamiento de Barcelona ponerse las pilas para que no ocurran desgracias.