Cayetana Álvarez de Toledo y Arcadi Espada se separan para volver a sus respectivos trabajos en Madrid y Barcelona, depués de disfrutar de la corrida del año de José Tomás en Granada.
Álvarez de Toledo llegaba sola al aeropuerto de la capital nazarí para tomar el vuelo de Iberia de las 10.40 hacia Madrid, derrochando simpatía en la cola de embarque pero sin rastro de su pareja, a diferencia de la tarde de toros, donde se exhibieron en las puertas exteriores de los tendidos de sombra, donde accedieron a saludos y selfis sin problemas.
Espada parecía ejercer de maestro de Cayetana durante la corrida y, ambos, también compartían conversación con las personas de su alrededor, en especial en la famosa pausa de la merienda que tiene lugar entre el tercer y el cuarto toro y es típica de la plaza de Granada.
Intimar con los vecinos es fácil por la fraternidad de los aficionados a los toros y la costumbre local de compartir las viandas en la hora de la merienda. Una pareja normal en un ambiente excepcional, gozando de un espectáculo sin límites en todos los sentidos.