Torra aprovecha el viaje
No se puede decir que el presidente de la Generalitat sintonizara mucho con los empresarios que le esperaban el jueves pasado en las jornadas del Círculo de Economía en Sitges. Probablemente no tenían grandes espectativas, pero por escasas que fueran a buen seguro que quedarían defraudadas. Se limitó a hacer una proclama política en defensa de los valores de emprendeduría que encarna la ANC, reciente vencedora de las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona.
Pero no se puede decir lo mismo del propio Quim Torra, que aprovechó el viaje a para visitar la exposición que 24 horas después iba a ser inaugurada en la llamada Blanca Subur en conmemoración del centenario de la Ciudad-Jardín de Terramar, una espléndida obra del noucentisme por el que el president siente devoción. Torra visitó la exposición, que permanecerá abierta hasta el 15 de septiembre, rodeado de parabienes y admiración.
Es poco probable que alguno de los organizadores le informara de las quejas de los vecinos del barrio de Terramar por el mal estado de las aceras y del pavimento. Con motivo de las recientes elecciones municipales, los habitantes de la zona publicaron un anuncio a toda página en el Eco de Sitges en el que con ironía y en forma de poema trataban de sacar los colores al consistorio de la ciudad, gobernado precisamente por militantes de Junts per Catalunya, en partido de Torra.