La muerte digna saltó a la palestra de nuevo estos días tras el caso de Ángel Hernández y su esposa María José. En las primeras horas, revuelo político. Vox y PP se rasgaron las vestiduras en público en defensa de la vida, mientras que el resto de fuerzas se posicionaron en favor de Ángel y el presidente del Gobierno habló abiertamente de indulto.
Sin embargo, pasaron un par de días y la eutanasia dejó de ser motivo de batalla politica y se situó donde debía, en un debate profundo sobre la "vida digna" como definió el propio Ángel.
La razón hay que buscarla en las encuestas. En 1988 la eutanasia tenia el apoyo del 53% de los españoles. Según datos de Demoscopia, en 2019 la muerte digna tiene el respaldo del 87% de la población. Ante estos datos PP y Vox han hecho mutis por el foro.