Carles Puigdemont ya ha anunciado su lista para las europeas. De dos Toni Comín y de tres Clara Ponsatí. Con semejante lista no es de extrañar que el PNV pusiera tierra de por medio, aunque le vaya en esto perder su eurodiputado. En este punto, el refranero español lo deja claro: "Más vale sólo que mal acompañado".
En ERC están que trinan con el nuevo paso del inefable Comín, el hombre que se aferra a su escaño. En el Parlament esperan los republicanos que deje el grupo de ERC, el partido que le dio cobijo cuando abandonó el barco socialista del que no se bajaba desde 1999, primero con Ciutadans pel Canvi y luego, cuando no podía repetir escaño, con el PSC. Comín, el mismo que dijo que iría a la cárcel como su padre, ha preferido ir a la Eurocámara que siempre es mucho mejor que Soto del Real.
Los republicanos lo miran con desdén. Por la traición de ahora y, sobre todo, por su nefasta gestión al frente de sanidad, que bordó con la mentira final, los 1.000 votantes heridos el 1-0 por la policía. Ahora Comín opta por ir de la mano de Puigdemont. Eso de no encontrar trabajo en Bruselas seguramente ha ayudado a tomar la decisión. ERC espera que se vaya del grupo y si no lo hace, simplemente, lo expulsarán.