La Generalitat de Cataluña ha dejado constancia de que cuenta con una doble vara de medir en lo que a innovación tecnológica se refiere. El Govern ha aprovechado la celebración del Mobile World Congress para iniciar una campaña de publicidad en los medios donde proclama que Cataluña es "tierra de revolucionarios digitales" cuando, hace menos de un mes, claudicó ante el sector del taxi y forzó la expulsión de Uber y Cabify de la ciudad de Barcelona mediante la puesta en marcha de una legislación restrictiva hacia las licencias VTC.
Desde la Consejería de Políticas Digitales, capitaneada por Jordi Puigneró, destacan en su web institucional la posición de Cataluña como "referente tecnológico mundial" mientras que, a golpe de decretazo, vetan la actividad de nuevos modelos de negocio y privan a los usuarios de la opción de "elegir", un argumento que defienden las empresas de alquiler de vehículos con conductor. "Cataluña será digital o no será", reza el anuncio encartado en el principal diario económico de España; eso sí, siempre que el Govern de Quim Torra lo permita.
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