El mundo independentista del centroderecha catalana está revuelto. Ya sea por las municipales ya sea por las europeas. En este último campo, ERC les ha ganado la partida cerrando un acuerdo con Bildu y BNG desoyendo los cantos de la sirena unitaria. Por tanto, Carles Puigdemont tiene que aplicarse a construir una lista y un candidato. Jordi Sánchez no parece dispuesto, lo contrario de Jordi Turull. Ramon Tremosa, actual eurodiputado, se ha ofrecido, ¡faltaría más!, a liderar a los neoconvergentes. También baraja Puigdemont la inclusión en la lista al abogado Jaume Alonso Cuevillas. No por entusiasmo, sino por compensación.
La minuta del abogado en los trabajos de defensa del presidente huido supera los 140.000 euros y no tiene quién le pague. Cuentan fuentes conocedoras de las negociaciones que Cuevillas exige ser eurodiputado para ver compensadas sus minutas no pagadas porque el PDeCAT, en teoría el pagano, se niega a hacerlo. Vamos, que quiere ser eurodiputado por la pasta y no tanto por la patria. Por cierto, el PDeCAT parece que tira la toalla y en esta negociación de las europeas se limitará a proponer nombres de relleno.