El conseller de Administraciones Públicas de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha anunciado a bombo y platillo los planes del Govern para permitir que los funcionarios puedan trabajar en las "fiestas españolas". De esa forma, daría una respuesta coherente a los trabajadores del sector público catalán, que "no se sienten representados" en días como el 6 de diciembre, el día de la Constitución, o el 12 de octubre, el día de la Hispanidad.
Más allá de las proclamas antiespañolas que los altos cargos de la Generalitat no paran de hacer --luego apelan al diálogo y a la no judicialización de la política--, Puigneró debería conocer mejor de lo que habla. La foto que ilustra esta información muestra la sede de ERC en el barrio barcelonés de Fort Pienc, que está cerrada hoy, 7 de diciembre. Es posible que los empleados de la organización política con la que gobierna la antigua CDC, a la que pertenece el conseller, no sientan como muy suya la fiesta de la Constitución, pero no han querido perderse los cuatro días de descanso, de puente, de la Constitución.