Un silencio o un feo, en lenguaje coloquial. La cantante Rosalía ha recibido la frialdad del Gobierno catalán desde que empezó a despuntar como fenómeno musical y cultural. La cantante --Rosalía Vila Tobella--, oriunda de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), no ha recibido felicitación pública alguna de la Generalitat de Cataluña pese a arrasar en el terreno de los premios y a nivel mediático.
Laura Borràs, consejera de Cultura, felicitó a la cantante el pasado 16 de noviembre en Twitter, después de que la revolucionaria del pop y el flamenco ganara dos premios Grammy Latinos, pero se quedó ahí. Ante el estupor de la comunidad tuitera ante el fulgor del fenómeno, Borràs señaló el 6 de noviembre que "la conoce y desde el Instituto Catalán de Empresas Culturales (ICEC) y el Departamento de Cultura la estamos intentado ayudar en difusión internacional".
Están por ver los resultados. De momento, el president Quim Torra no la ha recibido --sí lo hizo con la Colla Vella dels Xiquets de Valls cuando ganó el Concurs de Castells-- la autora de Malamente se lo monta sola y salta del The Guardian, The Rolling Stone, MondoSonoro o el New York Times tras cazar su último premio (por ahora): el Music Moves Europe Talent Awards en la categoría de R'n'B/Urban.