Oficialmente no hay nada de nada. El PP afrontará las municipales de Barcelona con sus siglas. Sin embargo, los números no son halagüeños. Los populares se sitúan en las encuestas en un máximo del 4,5%. O sea, corren el riesgo de no obtener representación al no alcanzar el mínimo del 5% de los votos que prevé la ley.
Por eso, algunos sectores del PP quieren estudiar la posibilidad de incluirse en la lista de Manuel Valls con "dos puestos elegibles seguro y un tercero con posibilidades en función del resultado". La cuestión es que Valls quiere hacer su lista y no aceptará cualquier nombre, por lo que las aspiraciones de Alberto Fernández pueden quedar cercenadas.
Los partidarios del acuerdo con Valls alegan que "no se pueden perder miles de votos constitucionalistas si el partido no consigue representación". El debate está servido en el PP catalán y todo se fia a los contactos que mantengan Valls y Pablo Casado sin olvidar "cómo acaba el asunto del máster de Pablo" que pende como una espada de Damocles.
Los populares afrontan así la rentreé del curso político. Septiembre será el mes clave porque Valls hará pública su decisión a mediados de octubre.