La exdirigente del PDeCAT, Marta Pascal, va a tomarse unos días de asueto con su familia tras su "expulsión" de la dirección del partido sucesor de Convergència y las exigencias de Carles Puigdemont que jugó su carta "o yo o Pascal". Sin embargo, ella no tiene intención de tirar la toalla y tiene planes para seguirá como senadora, al menos de momento. Según fuentes de su entorno, "tomará una decisión --de mantener o no el escaño en la Cámara alta-- en función de cómo evolucione la situación política catalana".
En estos próximos días va a estar callada, pero "dará su opinión cuando toque, hasta que llegue el momento de tomar su decisión final". Quienes la conocen de cerca no dudan en calificar como "tremenda" la situación por la que atraviesa. “Ha sufrido mucho" por los ataques de los partidarios de Puigdemont, a quien con seguridad no le gustarán sus opiniones.