El último sondeo del CIS ha dado mucho de qué hablar, como siempre. Sin embargo, hay un elemento que ha pasado desapercibido porque este CIS no realizaba intención de voto electoral. Se trata del recuerdo de voto, que se pregunta en todos los sondeos, con respuesta espontánea, que marca la fidelidad del votante a su partido. Si no dices a quién has votado, o no lo quieres decir, no suele ser una buena señal para los partidos.
Pues bien, en este último CIS, el
PP deja de ostentar la primera posición de recuerdo de voto desde 2010, momento clave en el descalabro del
PSOE que se concretó un año más tarde. En el último macrosondeo oficial, el PP obtenía un 20,3% mientras que el PSOE le rebasaba con un 20,9%. El dato no da para más porque en este sondeo no se preguntaba por la intención de voto, pero haría bien el PP poner sus barbas a remojar porque por primera vez en ocho años ha cedido su primacía, lo que indica que la
fuga de voto a Cs empieza a no ser un goteo, es ya una riada.