Los barones socialistas quieren acabar con Pedro Sánchez, pero no pueden. Dicen que cuentan con apoyos suficientes para liquidar al secretario general, tanto en la comisión ejecutiva como en el comité federal. Pedro Sánchez está a la espera y saca pecho. “¿Lo van a echar para hacer presidente a Rajoy?”, desafían en su entorno.
Y, por su lado, los críticos quieren ponerle el cascabel al gato y no tienen quién se lo ponga --a fecha de hoy no hay candidato alternativo-- y, además, el gato araña porque cuenta con el apoyo de las bases y porque tiene la sartén por el mango.
También planteaban hacer una ejecutiva federal que le pidiera la dimisión. Justo después de las elecciones vascas y gallegas. No podrán hacerla. Sánchez convocará a la ejecutiva sí, el lunes, día 26, pero solo a su comisión permanente, la formada por sus partidarios. No se celebrará una ejecutiva formal hasta el comité federal previsto para el día 1. Será una reunión extraordinaria que tendrá un orden del día limitado que fijará obviamente, la misma ejecutiva. O sea, Sánchez maniobra mientras los críticos hacen aguas. Si los resultados de este domingo son favorables, hay Sánchez para rato.