Maniobra para evitar que la CUP se parta en dos mitades
El exdiputado radical en el Parlamento catalán Quim Arrufat se mueve entre bambalinas para evitar que el partido anticapitalista estalle en dos mitades iguales: la parte que apoyó mantener la enmienda a la totalidad a los presupuestos del Govern y la que mantuvo no hacerlo.
La pugna entre ambas facciones reproduce el enfrentamiento intestino que vivió el partido en enero ante a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Entonces, la formación evitó la ruptura con la salida in extremis del entonces titular de la presidencia del Govern en funciones. Ahora, sin embargo, el malestar es más profundo y se prevén consecuencias de calado.
Parte de la formación, la más cercana a Poble Lliure, afea al ala dura su enrocamiento al 'tumbar' las cuentas presentadas por el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. La otra facción, encabezada por Endavant y Arran, defiende el 'no' a las cuentas y la no subordinación a Junts pel Sí (JxS).
La división reproduce uno de los debates históricos irresueltos del independentismo de extrema izquierda: el más proclive a formar un Frente Patriótico y los partidarios de la llamada Unidad Popular.
En este contexto de extrema tensión interna --que no ha trascendido a los medios--, el exdiputado y profesor asociado de la UB Quim Arrufat ha tomado la iniciativa y prepara un secretariado nacional que llama "de consenso". La nueva cúpula aunaría a personas de las dos sensibilidades, con nombres como el concejal en Girona Lluc Salellas --hermano del actual diputado en el Parlament, Benet Salellas-- y la alcaldesa de Berga, Montse Venturós.
La propuesta se trasladó el lunes a una reunión del actual secretariado ante la notoria ausencia de la corriente interna más afín a la propuesta patriótica, y se votará en noviembre, cuando se escoja la nueva dirección.