Hacienda investiga las cuentas de ATLL
Donde no hay harina, todo es mohína. Los gestores de Aigües Ter-Llobregat (ATLL), compañía catalana controlada por la constructora madrileña Acciona, velan armas a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo en el formidable pleito que le enfrenta a Agbar por la sustanciosa y polémica concesión recibida del Gobierno de Artur Mas.
Según los entendidos en la materia, ATLL y Acciona tienen todas las de perder en el alto tribunal, porque el concurso que perpetró el molt honorable se asemejaba bastante a una chapuza de padre y muy señor mío.
ATLL se enfrenta ahora a otro problema, y no es menor. La Agencia Tributaria ha empezado a mirar sus estados contables con lupa. En concreto, está revisando el impuesto de sociedades de los ejercicios de 2012 y 2013, el IVA de 2013 y la tasa sobre el valor de la producción de energía eléctrica del periodo 2011-2015.
En Aigües Ter-Llobregat aseguran que han practicado las liquidaciones de todos los impuestos de forma adecuada. En todo caso, si surgiese algo, se trataría de simples discrepancias en la interpretación de las normas vigentes. Pero todo es posible cuando los hombres del voraz Cristóbal Montoro se ponen manos a la obra.