Joan Herrera está tocado

Los malos resultados de Catalunya sí es pot sumados a la traición de su amigo Raúl Romeva, que le había prometido que no volvería a la política y con el que comparte una relación de amistad más allá de la política --sus parejas son socias en un negocio en común, una librería en Sant Cugat-- han dejado a Joan Herrera en una situación delicada como coordinador de ICV.

Tampoco escapa de esta situación Dolors Camats, que comparte colegiadamente el liderazgo de la organización. De los 13 diputados que tenía ICV en la anterior legislatura, hoy sólo tiene tres. El resto de los 11 elegidos o son independientes o de otras organizaciones. Ahora, Herrera y Camats trabajan para cerrar una candidatura de unidad popular para las próximas generales que tenga mejores resultados.

Que la CUP no se presente a estos comicios puede ser un salvavidas para la formación ecosocialista y sus aliados, porque una parte del votante “cupero” puede dar su apoyo a la candidatura de izquierdas. Además, que la CUP no se presente permite que Ada Colau y los suyos ayuden, esta vez sin remilgos, y participen en la campaña.

Si no consigue un buen resultado, Herrera puede ser desalojado de la jefatura de ICV después del 20 de diciembre. Y aunque lo consiga también puede ser apartado. De hecho, voces de ICV ya lo sitúan en la lista del Congreso de los Diputados.