El reto más bestia de Messi contra el Alavés

Que Messi es una máquina de generar juego y goles es ya un hecho más que evidente. Sin embargo, lo que realmente le convierte en uno de los grandes futbolistas de toda la historia (por no decir el número 1) es su constancia y el haber mantenido un ritmo acaparador durante muchos años. 

Messi celebra ante el Bernabéu uno de sus goles/ EFE

Messi celebra ante el Bernabéu uno de sus goles/ EFE

Ante el Alavés, tiene la oportunidad de seguir agrandando su enorme figura. En el último partido del año, el argentino buscará llegar a su gol 50 en un año natural por novena temporada. De momento, suma 49 dianas en 57 compromisos, con lo que si marca contra los vascos alcanzará el medio centenar de nuevo. Una auténtica locura. 

El binomio Messi-Cristiano

En toda su carrera, Messi ha conseguido el pichichi mundial del año en cuatro ocasiones (2010, 2012, 2016 y 2018). Las mismas que Cristiano Ronaldo (2011, 2013, 2013 y 2015). No obstante, el portugués está empezando a demostrar un bajón en su nivel, ya que este curso se ha quedado solo en 39 goles, 10 menos que Leo, que puede llegar a los 50 de nuevo. 

Es tan grande la grandeza de los dos futbolistas, que en 10 temporadas solo les han conseguido superar tres jugadores: Robert Lewandowski, delantero polaco del Bayern Múnich, que este curso se ha ido a los 54 goles y es muy difícil que Leo le atrape (tendría que anotar cinco contra el Alavés); Luis Suárez (46 goles con el Ajax y Uruguay en 2009) y Harry Kane (56 con el Tottenham e Inglaterra en 2017).

Messi, año para la historia

También hay que destacar que los datos refuerzan todavía más la alargada sombra de Leo Messi. Y es que el 10 culé cuenta con un récord mundial. Su gran año goleador fue sin duda en 2012, donde se fue en un año natural hasta la barbaridad de 91 goles. 

Así, tras su soberbio año, Leo acabó con un récord que hacía 40 años que estaba vigente, y que nadie se esperaba que podría ser superado nunca. El astro argentino superó los 85 tantos que hizo Gerd Müller en 1972. Un récord que esta vez sí, podría dejar Messi para toda la posteridad.