Piqué recoge el guante de Koeman y se marca un partidazo
El central catalán estuvo a la altura de las circunstancias durante el transcurso del clásico
25 octubre, 2020 11:59En el clásico de este sábado entre FC Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou, Gerard Piqué llegó a su partido número 600 por lo que respecta a encuentros de clubes disputados. El central y capitán del Barça es una de las piezas más indispensables en la línea defensiva del conjunto catalán. Piqué vive en el Camp Nou como si fuera su segunda casa, y así ha querido demostrárselo a Ronald Koeman sobre el verde en la bochornosa victoria del Madrid en Can Barça (1-3).
Inteligencia fuera del campo para decir las verdades del club a la cara y dentro para adelantarse al peligro sea cual sea el rival, el buen partido de Piqué ante el eterno rival en casa demuestra por qué es un jugador indiscutible para el FC Barcelona en la última década.
Sergio Ramos y Gerard Piqué, en un Barça-Madrid | REDES
Mostrando su poderío ante Sergio Ramos en el juego aéreo y haciendo que su zona fuera la que menos afluencia ofensiva del Real Madrid tuviera durante el encuentro (sólo un 25,4% frente al 37% de espacio que dejaron las bandas azulgranas para el ataque de los merengues), el central azulgrana ha renovado la semana pasada hasta 2024 con el club de su vida, justo después de la goleada del Barça en Champions League.
Comprometido y leal
Con la renovación de su contrato, Piqué será jugador del Barcelona hasta sus 37 años. Actualmente, es el séptimo jugador que más veces ha vestido el escudo blaugrana (549), por detrás de Xavi Hernández (767), Lionel Messi (736), Andrés Iniesta (674), Carles Puyol (593), Sergio Busquets (584) y Miguel Bernardo (549).
Eso sí. La tarde de este sábado, Piqué no ejerció el poder que tiene en el club azulgrana levantándose contra la polémica del penalti a Ramos, porque tal y como demostró en la La Vanguardia el viernes, él ejerce el poder cuando y donde quiere, ya que “otras personas no quieren ejercerlo”.
Piqué ha renovado hasta 2024 con el Barça / EFE
Por eso, tras el clásico, Piqué no quiso hacer declaraciones y mandó a Sergiño Dest ante las cámaras para quitarle peso a la derrota. Pues el central sabe que el verdadero problema que tiene el Barça ahora mismo, más allá de adaptarse a la reestructuración de nuevos jugadores jóvenes en su juego o de quejarse de que el VAR siempre favorezca al Real Madrid, está en los despachos de la Junta directiva de su amado club.