Messi tiene decidido dejar el Barça en un 90%
Pep Guardiola tiene la solución que más atrae a un astro argentino que duda del proyecto culé
20 noviembre, 2020 02:56Leo Messi dejará el FC Barcelona la próxima temporada. Todavía no es seguro del todo, pero es lo más probable. Con diferencia. Lo avisó a principio de curso, tras las desavenencias públicas que mantuvo con el entonces presidente Josep María Bartomeu, y las cosas no han cambiado desde entonces. Messi está cansado, harto y quemado. Todo indica que necesita un cambio de aires. Según ha podido saber Culemanía, las probabilidades de que se vaya a final de curso rondan el 90% en estos momentos, aunque está totalmente descartado que se vaya en enero, como apuntan desde Inglaterra. En junio será casi imposible retenerlo.
Así lo han explicado a este medio fuentes del entorno de Pep Guardiola, que precisamente firmó su renovación con el Manchester City por otros dos años este jueves. No es casualidad que la prolongación del contrato llegue en este momento. Guardiola tiene un papel fundamental en el fichaje de Messi, empeñado en encontrar el equilibrio perfecto: un club que le permita seguir cobrando un poco más de lo que percibe y que le ofrezca un proyecto deportivo de primer nivel, capaz de competir por la Champions League.
Precandidatos que tienen línea directa con los Messi
Si bien es cierto que todo puede cambiar con las elecciones que se celebrarán en enero, mucho se tendrán que esforzar los nuevos precandidatos por retenerlo. Joan Laporta y Víctor Font son, a priori, los que más posibilidades tendrían de convencerlo, aunque también Toni Freixa y Jordi Farré tienen línea directa con la familia Messi. La gran pregunta es: ¿De verdad quieren retenerlo? Y, sobre todo, viendo como está de mermado el club a nivel de tesorería, ¿alguno podrá ofrecerle todo lo que pide, tanto económico como deportivo, para quedarse? Dos preguntas que llevan a una reflexión: tal vez Guardiola acabe haciendo un favor al Barça si se lo lleva.
Los principales candidatos a las elecciones del FC Barcelona / CULEMANIA
Sería ingenuo pensar que no hay un componente económico detrás de todo esto. La mayoría de las veces que Messi ha mandado mensajes calientes contra la directiva escondían un trasfondo monetario. Ocurrió en 2013, cuando acusó a Javier Faus de querer manejar el Barça como una empresa porque dijo que no se podía renovar a Leo cada seis meses. Posteriormente, ha sido más comedido con la directiva porque Bartomeu siempre le dio todo lo que quería hasta que este verano el presidente cerró el grifo y le dijo que no le podía ofrecer una renovación al alza.
Más dinero y proyecto deportivo
A partir de ahí nace el primer aviso de Messi amenazando con irse del Barça. Vía Whatsapp. Y después de varios mensajes cruzados poco satisfactorios para el argentino, llegó el famoso burofax liderado por Jorge Pecourt que, curiosamente, coincidió en el tiempo con la moción de censura interpuesta por Jordi Farré. Había muchos intereses por sacar a Bartomeu del palco, ya desde que estalló la trama del Barçagate, y el 2-8 era la excusa perfecta para ejecutarlo.
Messi y Guardiola conversan en un antiguo partido del Barça / REDES
El problema es que, con o sin Bartomeu, la tesorería del Barça es la que es a día de hoy. Consecuencia, primero, de una gestión deficitaria en el plano deportivo y excesivamente arriesgada en los últimos años con un tridente de fichajes erróneos pagados con sobreprecio –Dembelé, Coutinho y Griezmann– y, en segundo lugar, de la crisis del coronavirus, que ha reducido drásticamente los ingresos de todos los clubes. El Barça, que facturaba más que nadie, es de los que salen más perjudicados, viendo su recaudación reducida en un 30%.
Cada vez más cerca de Manchester
Esta situación lleva a la conclusión de que por mucha voluntad que tenga el próximo presidente, sea quien sea, no podrá transformar la economía del club para traer nuevos fichajes millonarios que revitalicen la plantilla. Como tampoco parece viable que puedan garantizar una renovación al alza para Messi. Por estos dos motivos, sabiendo que en el City puede cobrar más y tener una plantilla más competitiva dirigida por el entrenador que más admira, todo hace presagiar que Leo acabará en Manchester con Pep y su amigo Agüero.