Messi, a romper su sequía ante una de sus víctimas favoritas

El Barça se enfrentará este sábado, a partir de las 16 horas en el Camp Nou, a un siempre combativo Eibar, con el objetivo de conseguir los tres puntos y meter presión a un Real Madrid que jugará horas después en el campo del Levante. 

Se trata del último choque de ambos conjuntos en Liga antes del decisivo clásico en el Santiago Bernabéu que tendrá lugar el próximo domingo, 1 de marzo. Un duelo que tiene que servir al conjunto culé para hacer olvidar a los aficionados la terrible semana a nivel institucional que ha sufrido el club; y en especial a Leo Messi, para recuperar la confianza de cara a portería, tras la sequía que ha protagonizado en las últimas semanas. 

Messi, en un partido con el Barça | EFE

Messi, en un partido con el Barça | EFE

El capitán culé se encuentra en una coyuntura extraña para él: lleva cuatro partidos consecutivos sin marcar. Aunque ha evolucionado de nuevo, y ha conseguido ser decisivo sin la necesidad de finalizar las jugadas, la realidad es que el mismo Messi tiene ganas de celebrar un gol, y quitarse esta presión de encima antes de viajar a Madrid. Y no podría elegir un mejor rival para sobreponerse. 

El Eibar y Mendilibar, dos de sus grandes víctimas

Leo Messi es el gran azote del Eibar, y en concreto de su entrenador Mendilibar. El astro rosarino, desde octubre del 2014, ha visto portería en 17 ocasiones en solo 10 encuentros ante el conjunto vasco. Y por su parte, en los choques ante equipos entrenados por el entrenador de Zaldívar, sus números son todavía más imponentes: les ha endosado 27 goles en 20 partidos. 

Esta efectividad ya la demostró Leo en el partido de ida, donde dio un auténtico recital en la victoria de los culés por 0 a 3 en Ipurua. Antoine Griezmann abrió el marcador en el minuto 13 del encuentro y el argentino certificó la victoria con el segundo gol. El partido lo cerró Luis Suárez. 

Griezmann y Messi celebrando un gol frente al Eibar / EFE

Griezmann y Messi celebrando un gol frente al Eibar / EFE

Por tanto, no sería extraño que Mendilibar apostase por un marcaje especial a un jugador que es su gran pesadilla. Sin embargo, no le será fácil detener a un Messi más motivado que nunca, con ganas de seguir siendo determinante en el juego del equipo, pero con la eficacia en los metros finales que le permita acabar con la sequía que le lleva acompañando desde el 30 de enero.