La locura que ha vivido Setién tras 100 días en el Barça
Setién ha tenido que convivir en un club que se ha metido en un club sumergido en distintos alborotes
23 abril, 2020 15:10El Barça es un club que habitualmente vive inmerso en varios líos. La disparidad de opiniones entre directivos y/o miembros de la junta, los socios descontentos con la gestión del club y el debate sobre el estilo de juego son tres de los elementos que recurrentemente entran en escena y generan algunas crisis en la entidad azulgrana. Setién llegó al Barça con alguna de estas cuestiones sobre la mesa y tras 100 días como entrenador algunos han ido a más.
Su llegada
De este modo, su entrada ya estuvo inmersa en una gran polémica. El club empezó un casting de entrenadores después de perder la confianza con Valverde. Nombres como Xavi, Koemann o Pochettino fueron portada de los periódicos ante la posibilidad que aterrizaran en el banquillo culé. Todo este proceso fue bastante público mientras que el txingurri aún ostentaba su cargo.
Finalmente fue Setién quien relevó a Valverde, pero las formas evidentemente no fueron las adecuadas. Además, unas semanas más tarde Abidal explicó que no habían hecho no habían hecho ninguna oferta a Xavi, a pesar que era conocido que sí que la habían hecho.
El conflicto entre Messi y Abidal
Precisamente Abidal también fue el centro de atención de otra de las polémicas que han surgido estos últimos meses. El secretario técnico afirmó que los jugadores habían tenido su peso en la destitución de Valverde. Eso hizo reaccionar a Leo Messi que cargó contra Abidal y lo invitó a decir los nombres para no implicar a toda la plantilla y decir cosas que no eran ciertas. A su vez, otros jugadores como Jordi Alba y Piqué también manifestaron su desencanto con estas declaraciones.
Ante estas dos polémicas, Abidal confesó que había aprendido a callarse algunas cosas para no crear debates públicos. Asimismo, su puesto también estuvo en cuestión a inicios de año.
El BarçaGate y las críticas de Rousaud
Todos estos acontecimientos, sin embargo, pueden ser recurrentes en un club como el Barça. Por el contrario, la controversia del BarçaGate sí que ha sacudido a la directiva y a la opinión pública contra la directiva. Los jugadores y el propio Setién han querido quedarse al margen, pero algunos han estado directamente atacados y supuestamente con dinero del propio club.
Este revuelo, además, ha contribuido a la dimisión de seis directivos y entre ellos Emili Rousaud. El vicepresidente salió de su posición cargando contra Bartomeu y como había llevado toda la polémica de las redes sociales. El que a priori era su delfín pidió su dimisión públicamente e incluso ha acusado al club de corrupción. Mientras tanto, la auditoría sigue su camino y en pocas semanas se espera que se anuncien los resultados.
A su vez, el Camp Nou también señaló al presidente y le pidieron la dimisión en una sonora pañolada.
La rebaja salarial
Para acabar de rematar el lío con la directiva, el parón por el coronavirus también ha afectado a la entidad. Es por eso que el club propuso una rebaja salarial a los jugadores, de la que se hicieron públicas varias informaciones sobre las negociaciones. Finalmente ambos bandos llegaron a un acuerdo pero la plantilla, liderada por Messi, publicaron un comunicado en el que manifestaban su descontento por las noticias y atacaron al club de presionarlos.
El juego y la poca confianza con la Masia
En el aspecto deportivo, el equipo ha ido consiguiendo una serie de resultados aceptables con siete victorias, tres derrotas y un empate. La parte negativa ha sido la eliminación de la Copa del Rey y la positiva que el Barça es líder de la Liga.
La llegada de Setién, sin embargo, también estaba rodeada de la idea de juego del técnico y de su confianza con la cantera. En el primer aspecto sí que se han dado pasos adelantes, pero en varias ocasiones el equipo no ha sido profundo y han generado poco peligro. En la segunda, en cambio, sí que la valoración es mucho más negativa ya que el protagonismo de la cantera ha ido a la baja y el propio entrenador aseguró hace unos días en varias entrevistas que no le habían convencido y que la exigencia de los resultados le impedían poder confiar en ellos.