Laporta se deshace de los últimos fichajes de Messi
El Barça tiene todo atado para traspasar a Coutinho, uno de los jugadores que han salido más caros en la historia del club
12 mayo, 2022 00:29La operación limpieza de Joan Laporta y Mateu Alemany sigue en marcha. El presidente del FC Barcelona y su dirección deportiva han cerrado este martes un acuerdo para la venta de Philippe Coutinho al Aston Villa. El fichaje más caro de la historia del Barça se marchará cuatro años después por un precio irrisorio en comparación a lo que se pagó por él: 120 millones de euros fijos más 40 millones en variables. Aunque no todos los bonus se han cumplido, el club azulgrana ha destinado un auténtico dineral al futbolista brasileño, que se volverá este verano a la Premier a cambio de tan solo 20 millones de euros.
Traspaso cerrado
Una operación catastrófica, posiblemente de las peores de la historia del Barça, a pesar del reconocido talento que siempre atesoró el centrocampista carioca. Da la sensación de ser el típico caso de jugador al que le pudo la presión, como también le ocurrió a André Gomes. Se fichó a un buen futbolista con la vitola de estrella que nunca fue y el club todavía lo está pagando. Ya se acaba el suplicio.
Con la venta de Coutinho, que según ha podido confirmar Culemanía se terminó de acordar esta misma tarde, se marcha el último fichaje pedido por Leo Messi que quedaba en la plantilla del FC Barcelona, tras la retirada forzosa del Kun Agüero. El astro argentino presionó intensamente para la contratación del que era crack del Liverpool durante el verano de 2017, tras la marcha de Neymar al PSG.
La presión de Messi y Suárez
Messi fue entonces muy insistente con la junta directiva de Josep María Bartomeu, con quien se enviaba mensajes de Whatsapp con relativa frecuencia. También Neymar había pedido su contratación antes de irse. Aunque el que más empeñado estaba en el fichaje de Cou era su amigo del alma, Luis Suárez. Entre los dos, convencieron al presidente.
El ariete uruguayo había coincidido con el brasileño en Anfield, donde hicieron muy buenas migas y se ayudaron a explotar mutuamente. Lucho era como el hermano mayor de Coutinho y cuando vio que le podía abrir las puertas del Barça hizo todo lo posible por convencer a Messi y a la directiva de Bartomeu. Hasta que lo consiguió.
Aunque Suárez ha desmentido de forma categórica algunas informaciones publicadas por el diario Sport este mismo miércoles, donde se dice que invitó a Bartomeu a su casa para enseñarle vídeos de Coutinho, sí que reconoce la información que cuenta Culemanía: promovió la contratación de Coutinho por el Barça. Y, como él mismo confiesa, "al ser preguntado por un compañero que tuve, obviamente voy a hablar bien de él, como corresponde". No solamente habló muy bien de Cou sino que fue más allá, apretando al club para firmar su fichaje.
Boicot interno a Dembelé
Una contratación que se tenía que hacer en verano de 2017 pero que no salió a tiempo y se demoró. El entonces director deportivo, Robert Fernández, era más partidario del fichaje de Ousmane Dembelé para paliar la marcha de Neymar. Y, ante la inflación del mercado a la que se enfrentaba el Barça, el club decidió ejecutar tan solo una de las dos operaciones. Aunque las fuentes consultadas por Culemanía insisten en que todo estaba pensado para fichar a los dos aquel mismo verano, solamente llegó el francés.
Bartomeu pudo aguantar la presión aquel verano, pero Messi le exigía una plantilla muy competitiva tras el adiós de Neymar y Suárez apostaba fuerte por Coutinho. Dembelé, en cambio, era una joven promesa de futuro a la que el vestuario no concedía el rol de estrella. Sin embargo, se impuso la opinión de la secretaría técnica y fue el extremo galo quien llegó al Barça a cambio de un precio desorbitado. Jurgen Klopp, que ya era entrenador del Liverpool, se negó en rotundo a dejar marchar a Coutinho y avisó al Dortmund de la desesperación del Barça. Gracias a ello, el club alemán hizo un gran negocio a costa del club catalán, que abonó 105 millones fijos más 40 en variables.
El relevo de Iniesta
Medio año después se repitió el mismo modus operandi con Coutinho. ¿Qué ocurrió? Dembelé se había lesionado de gravedad y en el vestuario no estaban satisfechos con su llegada. Los pesos pesados del Barça no ayudaron mucho a la adaptación de un joven delgaducho y muy tímido, con severos problemas para comunicarse en castellano. La falta de consenso del vestuario con su fichaje llevó a las filtraciones constantes sobre sus retrasos y otras faltas de profesionalidad desde el principio. Esa situación, ligada a su grave lesión, fueron la mejor arma de Messi y Suárez para volver a la carga en el mercado de invierno.
Bartomeu no aguantó la presión esta vez, especialmente porque había otro nuevo argumento sobre la mesa: Andrés Iniesta había decidido retirarse a final de temporada. Con la marcha del manchego, la llegada de Coutinho cobraba más sentido todavía y así se lo hicieron ver Messi y Suárez al club. Finalmente, el presidente cedió y convirtió a Coutinho en el fichaje más caro de la historia del Barça y del mercado de fichajes de invierno con un salario fijo de 16 millones de euros brutos que, con todos los variables, podía superar los 23 millones.
El 'Kun' Agüero
El anterior fichaje de Messi en el club fue el Kun Agüero, un jugador que el astro argentino pidió a Sandro Rosell y Bartomeu en innumerables ocasiones. En aquellos tiempos, el ya ex presidente del Barça, aguantaba mejor la presión y manejaba con más soltura a sus estrellas. Por ese motivo, supieron decir que no al fichaje del Kun cuando Messi lo pidió. Especialmente, en tres ocasiones.
La primera, con Tito Vilanova en el banquillo, en verano de 2012. El entrenador de Bellcaire d'Empordà se opuso a la contratación del crack argentino porque el equipo tenía otras prioridades y solo un año antes llegaron Alexis y Cesc. En 2013, con el Tata Martino, Leo también lo intentó, pero el fichaje del año era Neymar y el club todavía confiaba en los dos anteriores. Y aún un año más tarde, con Luis Enrique en el banquillo, Messi apretó para el fichaje de Agüero. El club se decantó por Luis Suárez, que no era el jugador deseado por el crack rosarino. Sin embargo, el tiempo dio la razón al club y Suárez, al que Messi no quería de entrada, terminó siendo su vecino y su mejor amigo.
Bartomeu nunca lo fichó y finalmente el argentino llegó al club el verano pasado de la mano de Laporta. El principal motivo de su contratación era contentar a su amigo Messi, pero los designios del destino quisieron que el rosarino finalmente acabase saliendo del Barça, quedándose su buen amigo. Duró poco. El Kun se vio obligado a retirarse debido a un fuerte golpe en la cabeza, en un partido contra el Alavés, que eclipsó su primera y única temporada en can Barça. Laporta se quedaba sin un goleador, pero le supo convencer para que renunciase al salario que le quedaba por cobrar, lo que ayudó a generar espacio económico a Ferran Torres y Aubameyang. Ahora, el presidente ha logrado quitarse de encima a Coutinho.
El caso Ansu Fati
Ellos eran los dos últimos fichajes de Messi en el primer equipo --también Arda Turan fue una petición de Messi, cuando el club había negociado por Gundogan-- con permiso de Ansu Fati. El joven crack bisauguineano fue una apuesta fuerte de club, pero tanto Messi como su hermano Rodrigo apoyaron su promoción dentro del Barça. Aunque les duró poco tiempo, ya que el nuevo 10 culé no tardó en fichar por Gestifute, la agencia de Jorge Mendes. Ansu sigue en el Barça de momento, aunque se mantienen las voces de que si llega una buena oferta podrían venderlo. Genera más ilusión que nadie, pero su rodilla da todavía más miedo.