Griezmann se arrepiente de 'La Decisión'

Antoine Griezmann se arrepiente. Más de lo que en su momento, cegado por el sentimentalismo que le une al Atlético de Madrid, pensó que podría. Su decisión, plasmada en el documental que grabó con una de las empresas de Gerard Piqué --titulado La Decisión-- ha acabado por girarse en contra.

Desde Francia, donde se encuentra ahora concentrado con la selección gala, apuntan a su deseo de reactivar la opción FC Barcelona para este verano después de ver cómo en la capital sus sueños de conquistar títulos se esfuman temporada tras temporada.

La eliminación en Champions League ante la Juventus ha sido la gota que colmó el vaso, pero desde su entorno --que ya ha lanzado varios guiños al club catalán sobre la voluntad del jugador-- aseguran que se arrepintió a mediados de noviembre con todavía todos los títulos por decidir. 

Solo

Es una sensación que arrastra desde hace meses y que se ha visto agravada por varios motivos. En primer lugar, los deportivos. Pese a la identidad y carácter que le ha dado el Cholo Simeone al conjunto colchonero, el delantero cree que la propuesta es extremadamente defensiva y que no puede desarrollar el juego que en un grande se le permitiría. 

Una foto de Antoine Griezmann durante un partido / EFE

Una soledad en la delantera rojiblanca que se trasladará, el próximo verano, al vestuario. Aquellos íntimos amigos que le convencieron para continuar ya tienen las maletas preparadas para recalar en nuevos destinos. Es el caso de Godín, que ya ha pasado revisión con el Inter de Milán, de Filipe Luis que acaba contrato o de Lucas que se irá al Bayern una vez termine la temporada. Incluso su compañero de batallas, Diego Costa, podría salir rumbo a China. Muchas salidas de renombre que mermarían la capacidad competitiva del equipo. 

Un tren que ya pasó

Ese desencanto presente y futuro es el que ha obligado al jugador y a su entorno a retomar los contactos con algunos directivos azulgranas para sondear la posibilidad de aterrizar en la capital catalana. Algo que no se rechaza totalmente desde la oficinas del Camp Nou, pero sí reconocen que es difícil. El escenario no es tan óptimo. En primer lugar su cláusula de rescisión ya es de 120 millones de euros y el Barça necesita un nueve puro para sustituir a Luis Suárez en los próximos años, no un perfil como Griezmann. 

Cuestiones deportivas y económicas que se suman a las personales. El documental sentó como un jarro de agua fría a la directiva del club y muchos todavía recuerdan cómo se sucedieron los acontecimientos. Asimismo, la afición tampoco ve con buenos ojos su llegada. La decepción con el delantero fue enorme y su decepción personal no acaba de convencer, nueve meses después, a una secretaría técnica que tiene otras prioridades.