El día en que Dembelé sintió miedo de verdad (y cambió)
El cambio de rutina del francés, determinante para su explosión en el Barça
12 marzo, 2021 18:01Ousmane Dembelé está siendo sin duda una de las grandes noticias del Barça esta temporada. En el barcelonismo por fin se está respirando cierto optimismo por un jugador por el que se pagaron 130 millones de euros, y que de momento no ha dejado de devaluarse. Parece que, por fin, las lesiones le están respetando, y está siendo capaz de demostrar por qué la cúpula azulgrana hizo tal inversión por él. Regates, velocidad, dominio de ambas piernas, gran definición de cara a portería y cada vez más confianza lo están convirtiendo en un arma determinante para el ataque culé.
El Mosquito se está ganando a la afición y demostrando que debe ser una de las piezas claves sobre la que reconstruir el proyecto deportivo. Con solo 23 años, tiene un futuro esperanzador por delante (si los problemas físicos le respetan).
Dembelé, en un partido con el Barça | EFE
Sorprende todavía más su explosión porque ha sido en gran parte gracias a su cambio de rutina. No quedan lejos los días en que el francés no se cuidaba, abusaba de la comida basura y no entrenaba al máximo. Tres de los principales motivos por los que sus contratiempos físicos fueron constantes en sus primeras temporadas en Barcelona. No obstante, el ex del Dortmund se encontró en un callejón sin salida. En el club blaugrana le dieron un ultimátum. Una última oportunidad que está aprovechando.
El miedo le hizo cambiar
A Dembelé no le han faltado nunca apoyos desde que fichó por el club blaugrana. Valverde, Abidal, Lenglet y Griezmann, hasta Messi y Luis Suárez estaban preocupados por la actitud del talentoso extremo en sus primeros años. Sin embargo, no cambió hasta que el miedo se le presentó delante. “Ousmane se dio cuenta de que si seguía de la misma manera se le terminaba su carrera profesional. Había agotado todas las oportunidades. Se encontró en un callejón sin salida y se asustó”, explican en la Ciudad Deportiva del Barcelona a El País.
Tanto sus familiares como su agente, Moussa Sissoko, han estado convencidos de que el galo es un "futuro balón de oro". No obstante, dependía de él demostrarlo. No fue hasta el verano pasado cuando vio con sus propios ojos que el talento, sin profesionalismo, no servía de nada. Dembelé se encontró con una oferta del Manchester United que fue una simple maniobra de distracción de su represente y que la propuesta de renovación de Barça pendía de un hilo si no cambiaba de actitud.
Dembelé celebrando su gol contra el Sevilla / EFE
El verse sin opciones de futuro le obligó a cambiar sus hábitos. Ahora, cuenta con cocinero francés que le prepara las cuatro comidas diarias y le controla cualquier exceso; un preparador físico y un fisioterapeuta personal, con quién diariamente tiene rutinas de entrenamiento coordinadas con el club. Dembelé es otro. Algo que se le nota físicamente, pero también mentalmente. Cada vez está más comprometido con sus compañeros y adaptado al juego y al vestuario blaugrana.
En pocos meses, y gracias a su esfuerzo, ha pasado de ser un constante dolor de cabeza en el Barça a una de las piezas clave sobre las que reconstruir. Laporta es un enamorado de su juego, y su renovación será prioritaria cuando sea presidente. Dembelé ha tardado en explotar, pero su mejor versión parece que ha llegado para quedarse.