Una foto de Messi junto a Coutinho y Dembelé, el otro tridente tras la marcha de Neymar Jr. / Twitter

Una foto de Messi junto a Coutinho y Dembelé, el otro tridente tras la marcha de Neymar Jr. / Twitter

Primer equipo

Las cifras de Neymar destrozan a Coutinho y Dembelé

El brasileño supera, con creces, el rendimiento de su compatriota y el francés durante sus distintas etapas en el Camp Nou

21 agosto, 2019 23:55

El fútbol moderno se ha convertido en un estudio constante de cifras y estadísticas, pero pese a que no relatan la realidad al detalle, si consiguen acercarse a ellas. Estadísticas y cifras que hoy por hoy explican por qué el Barça ha sido incapaz de sustituir a Neymar Jr. ni tan solo con los dos fichajes más caros de su historia: Philippe Coutinho y Ousmané Dembelé. 

Desafortunadamente, ninguno de los dos, ni juntos ni separados, se acercan al rendimiento que tuvo Neymar Jr. cuando era jugador azulgrana. Una razón de más y que muchos defensores de su retorno utilizan para defender su regreso  este verano a la capital catalana. Militó como azulgrana dos temporadas más que el francés y el brasileño, pero ni tan solo las comparaciones por temporadas dejan en buen lugar a los dos delanteros.

Las formas, su condena

Se fue por la puerta de atrás, sin margen de error y en un momento de cambio. Sin respetar a la entidad y recién renovado. Vamos, como un mercenario, pero las cifras arrojan otra visión distinta a lo que Neymar fue en el Barça junto a Messi y Suárez y que, quizás, podría volver a ser.

222 millones de euros que el club catalán tuvo que invertir en dos fichajes que con el tiempo, y a la espera de ver qué ocurre con Dembelé --el único que queda y que no pinta bien--, han resultado una decepción total y agudizada con el paso de las temporadas. Tan solo dos ha necesitado Coutinho para acabar sentenciado y Dembelé parece que necesitará poco más. 

Borussia Dortmund y Liverpool sabían del capital disponible que tenía el FC Barcelona en verano de 2017 y la necesidad de la junta directiva de maquillar una salida tan inesperada como desastrosa obligó a realizar una compra por 120 millones de euros que no se está amortizando cómo se esperaba. 255 días de baja, 69 partidos ausente y una intermitencia más que preocupante. Misma reacción en invierno cuando el conjunto inglés accedió por fin a la venta de su mayor estrella, Coutinho. 160 millones de euros para una segunda vuelta de adaptación y una temporada entera confirmaron los peores presagios. No tiene carácter para ser jugador para el Barça o, al menos, no tiene posición en el terreno de juego en este equipo actual con Messi en la cancha como jugador con total libertad de movimientos.

Las dudas sobre su regreso

Segundas partes nunca fueron buenas, pero las estadísticas arrojan otra visión. Bien es cierto que Neymar jugó cuatro años en el Camp Nou --el doble que Coutinho y que Dembelé hasta ahora-- y que coincidió con un Suárez estelar y un Messi igual de mago que hoy, pero también brilló en solitario. 

Los tres formaron un tridente que pasara a la historia que tenía una conexión especial dentro y fuera del terreno de juego. Ni Romario ni Ronaldo, ni tampoco Ronaldinho --todos compatriotas de Neymar y exazulgranas-- marcaron más goles que el extremo con la elástica azulgrana. En sus cuatro temporadas en el club azulgrana, el paulista marcó 105 tantos (68 en la Liga, 21 en la Champions League, 15 en la Copa y una en la Supercopa de España) en los 186 partidos que disputó con el 11 a la espalda. Unas cifras que le colocan como uno de los máximos artilleros cariocas de la historia del club solo por detrás de Rivaldo con 130 dianas.

Llegó en un periodo de transición, y tras el paso de Tata Martino, llegó Luis Enrique para dar otro añadido a la filosofía azulgrana. De su primer año, con tan solo la Supercopa de España, se abrió paso a una nueva era en la que fue coprotagonista de otra etapa gloriosa azulgrana en la que conquistó diez títulos formando la MSN. Dos Ligas, tres Copas del Rey, dos supercopas de España, una Champions League, un Mundial de Clubs y una Supercopa de Europa. 

Pero no solo eso. La sensación que transmitía el tridente era abrumadora. Lideró al Barça en algunas ausencias de Messi y aportó al equipo. Desde su llegada Messi marcó 153 goles; Suárez, 120; y Neymar, 90. Un total de 363 dianas para conquistar nueve títulos bajo las órdenes de Lucho con 48 asistencias.

Las comparaciones son odiosas

Pasado es pasado, pero desde su salida ningún jugador ha conseguido igualarle. Ni la verticalidad ni velocidad de Dembelé, ni la técnica de Coutinho han conseguido hacer un Neymar. Tras dos temporadas en el Camp Nou, ambos tienen los mismos títulos pero muy alejados de lo que cosechó Neymar. Dos ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Tampoco se acercan al brasileño en materia de goles y asistencias. 

Una foto de Coutinho entrando al partido ante la Real Sociedad por Dembelé / EFE

Una foto de Coutinho entrando al partido ante la Real Sociedad por Dembelé / EFE

Una foto de Coutinho entrando al partido ante la Real Sociedad por Dembelé / EFE

Coutinho, ya cedido al Bayern y con un nuevo reto por delante, salió este lunes de Can Barça con unos números muy pobres para el jugador qué es. En 76 partidos oficiales, el carioca marcó 21 goles y repartió 11 asistencias en apenas una temporada y media. Dembelé, que inició este viernes su tercer año de azulgrana tampoco mejora la estadística. Un total de 17 goles, 15 asistencias en 65 partidos jugados. Unas cifras que ni si quiera se acercan a las que ostenta Neymar. Juntos suman 38 goles y 26 asistencias en 141 partidos. 

Cifras en dos temporadas, que Neymar supera incluso analizando una sola campaña de su estancia en el Camp Nou. Sus dos mejores años, las temporadas 2014-15 y la 2015-16 Neymar anotó, respectivamente, 39 y 31 goles. Cifras que ninguno de los dos jugadores han logrado alcanzar en este tiempo.

Neymar es tan polémico como Dembelé y sus episodios extradeportivos, pero solía cumplir en el terreno de juego pese a las fiestas en Brasil, los Tois y sus excentricidades. La pregunta ahora es, ¿si vuelve, volverá ese Neymar?