El Barça marca un gol en la Champions 216 minutos después
El equipo de Koeman rompe su maleficio gracias a Gerard Piqué, el defensa más productivo
21 octubre, 2021 11:35Hubo un tiempo en que el Barça era una máquina de hacer goles. Tres por partido, o más. El Barça de Pep Guardiola, o el de Johan Cruyff hace 30 años, eran equipos muy ofensivos, que marcaban goles a porrillo. Pero los buenos tiempos se acabaron y el club vive, ahora, inmerso en muchas dudas, condicionado por sus problemas económicos y con un presidente al que un día aplaude el técnico y otro lo desprecia. Con una plantilla de vuelos bajos, el Barça tiene muchos problemas para marcar. En la Champions ha necesitado 216 minutos.
Gerard Piqué, en una típica acción suya, subió al ataque para culminar un centro de Alba, el recurso habitual cuando las cosas no funcionan. En el minuto 36 de la primera parte contra el Dinamo de Kiev, el defensa barcelonés batió a Bushchan y el Camp Nou festejó el primer gol del equipo en la Champions. En la jornada 3.
El Barça había comenzado la Champions con dos derrotas humillantes: contra el Bayern (0-3 en el Camp Nou) y contra el Benfica (3-0 en Lisboa). El colectivo de Koeman apenas había tirado a puerta en 180 minutos, un sacrilegio para un equipo ensalzado mundialmente por su vocación atacante.
La gran noche de Shevchenko
El tercer partido invitaba al optimismo. Más, tras la ilusionante victoria contra el Valencia en la Liga. El Dinamo de Kiev es un equipo muy mediocre, nada que ver con el que goleó (0-4) al Barça de Van Gaal con tres goles de Shevchenko.
El Barça, con su habitual 4-3-3, arrancó bastante bien. Sin mucha tensión, pero dominando el partido ante un rival muy defensivo, con pocos recursos. Luuk de Jong pudo marcar en dos ocasiones. También, Memphis. Sin embargo, tuvo que ser el resolutivo Piqué quien acabara con la agonía.
Piqué marcó y desde el miércoles comparte con Roberto Carlos el honor de ser el defensa más goleador de la Champions. Ambos suman 16 goles en la máxima competición europea. El problema para el Barça es que los delanteros están secos y lograr un tanto parece una misión casi imposible.