El duelo de Arthur contra Arturo Vidal revive un viejo recuerdo para el culé
La veteranía es un grado, pero a veces hay que arriesgar
9 octubre, 2018 21:43Siempre llegará el momento en que un entrenador deba elegir entre la veteranía o la juventud a la hora de encarar un partido. Eso fue lo que le ocurrió a Ernesto Valverde el día en que el Barça se enfrentaba al Tottenham en la Champions League. El encuentro era clave y tras los malos resultados en liga no se podía fallar.
La zona del campo que más dudas ofrecía era el centro del campo y cuando todo apuntaba a que sería Artuo Vidal quien estuviera en él, la plaza fue para Arthur. El extremeño arriesgó y acertó al darle alas a un joven brasileño que supo aprovechar su oportunidad y que se perfila como titular en partidos clave como se pudo ver en el que disputaron días después en Mestalla.
Una foto de Arthur durante el partido frente al Valencia / EFE
Este hecho deja a Arturo Vidal en una situación comprometida, pues el estar curtido en encuentros de máxima exigencia y de contar con una amplia experiencia en Europa no le valió. La situación entre los dos centrocampistas puede recordar a aquella que protagonizaron un joven Andrés Iniesta (22) y un veterano Mark van Bommel (29) durante la temporada 2005-06, cuyo mayor exponente fue la final de la Champions League. Aquel episodio abrió una herida que cicatrizó definitivamente en la final del Mundial de Sudáfrica 2010.
Noche en París
Andrés Iniesta debutó con el primer equipo del Barça en la temporada 2002-03, pero aunque su talento era de lo más visible no se asentó hasta un par de años después. Tras pasar cinco años sin ganar un título, en la temporada 2005-06 el conjunto azulgrana presentaba un aspecto inmejorable y se apuntaba a repetir el título de liga conquistado la temporada anterior, aunque la Champions League era el gran objetivo.
Aquella temporada llegó Mark van Bommel procedente del PSV, del que actualmente es entrenador. Se le fichó para dotar de experiencia y seguridad al centro del campo y es algo que se consiguió, aunque esto implicaba una disputa deportiva con Andrés Iniesta. Durante el campeonato las apariciones estuvieron repartidas, 33 para el manchego y 24 para el holandés, pero sería la final de la Champions League la que marcaría el futuro de ambos.
La final de París fue uno de los encuentros más importantes que tuvo que afrontar Frank Rijkaard como técnico azulgrana. Con Xavi lesionado, la duda que se le planteaba era la de afrontar el partido contra el Arsenal con la magia de Iniesta o con la contundencia de Van Bommel. Optó por la segunda.
El encuentro se puso cuesta arriba y los ingleses, pese a estar en inferioridad numérica, mandaban en el marcador desde el 37'. El movimiento del técnico en la reanudación fue el de dar entrada a Iniesta por Edmílson para oxigenar la medular. Si el juego ya empezaba a carburar, más lo hizo cuando en el 61' retiró del campo a Van Bommel para que Larsson saltara al césped.
Iniesta el día de su despedida del Camp Nou / EFE
Con ellos sobre el verde y con una aportación personal extraordinaria, el Barça consiguió remontar el encuentro y coronarse campeón de Europa. A día de hoy muchos se preguntan si el equipo hubiera sufrido tanto si el planteamiento inicial hubiera sido más atrevido que conservador.
Experiencia o juventud
Al finalizar la temporada Mark van Bommel abandonó el equipo rumbo al Bayern de Múnich, pues entendió que lo sucedido en París le dejaba como segunda opción y él aspiraba a ser más importante. Por su parte, Iniesta fue en ascenso hasta convertirse en uno de los ídolos del Camp Nou.
El centrocampista internacional chileno Arturo Vidal, durante la presentación como nuevo jugador del FC Barcelona / EFE
Tras lo vivido durante estas semanas en el Barça, Arturo Vidal bien podría sentirse como el holandés, pues la actuación tan conseguida de Arthur en Londres era algo que nadie se esperaba, por lo menos no tan pronto. Sin embargo, al brasileño aún le quedan detalles por pulir y no es descabellado pensar que Ernesto Valverde tendrá en cuenta al chileno.
El ejemplo de Andrés Iniesta y Mark van Bommel dejó patente que la veteranía no siempre es un grado, algo que once años después dos jugadores del Barça están volviendo a revivir.