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El FC Barcelona tumbó con apuros a un Villarreal combativo en La Cerámica (0-2). La estadística favorece al Barça en el templo groguet, donde no conoce la derrota desde 2007 y encadena siete victorias consecutivas. Sin embargo, el submarino amarillo mereció, por momentos, los tres puntos en el último duelo de la zona alta de la Liga. El portero Joan García detuvo los cinco disparos que realizó el equipo local, pero la portería a cero no fue mérito precisamente de la defensa.

En el minuto 36, Alejandro Balde puso en bandeja de plata el gol del empate al conjunto castellonense con una cesión al guardameta sin fuerza dentro del área. Un pase de enemigo, más que de compañero, que terminó bajo los dominios de Tajon Buchanan. El canterano azulgrana protegía con el cuerpo la presión del delantero canadiense, y cuando solo debía pasar el balón, no dio la potencia suficiente al envío en una posición tan delicada como el interior del área.

Error garrafal

El extremo norteamericano recogió el regalo y remató a bocajarro, pero se topó con la gran estrella de la tarde en el mano a mano. Solo el portero de Sallent ahorro un disgusto mayor a Balde. Los milagros de Joan evitaron que el lateral de 22 años apareciera retratado en la foto de un gol cantado. 

Joan García para un remate de Tajon Buchanan en el Villarreal-Barça EFE

Las carreras de Buchanan y Nicolas Pépé al espacio impidieron que el carrilero de raíces dominicanas y bisauguineanas se prodigara en ataque como en otras ocasiones. A pesar de que Raphinha se movió por todo el frente de ataque y dejó la banda izquierda libre, Balde no pudo realizar sus típicas excursiones hasta línea de fondo

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