Las dos exigencias de Xavi Pascual a Laporta para revitalizar el Barça de basket

El Barça de basket busca un golpe de timón para enderezar el rumbo de una sección inmersa en la ciclotimia. El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se ha implicado personalmente en las negociaciones con Xavi Pascual para que el gran artífice de la Euroliga alzada en 2010 regrese al Palau Blaugrana. A pesar de la reducción de 2,75 millones de euros en la masa salarial respecto a la temporada 2024-25, y de las carencias estructurales en la primera plantilla, el técnico de Gavà ha escuchado al corazón para reencontrarse con su primer amor. 

Las negociaciones se han finiquitado en cuestión de días, aunque el sustituto de Joan Peñarroya tenía dudas sobre el proyecto. Para llevar a buen puerto las conversaciones, Laporta y el directivo Josep Cubells, responsable de la sección, han tenido que satisfacer o, al menos, prometer que cumplirán dos exigencias capitales de Pascual.

Estabilidad

En primer lugar, la plana mayor barcelonista debe guardar en el cajón la tijera y abandonar la política de recortes para que el proyecto tenga la estabilidad a medio plazo pretendida por el nuevo coach. Se ha presupuestado un gasto en personal de 29,3 millones, poco más de la mitad de los 49 kilos que inyectará el Real Madrid en la masa salarial del basket.

El estratega catalán se ha comprometido por tres años, hasta 2028, quiere que esa estabilidad quede reflejada con inversión y una plantilla para competir por todos los títulos, como ya ha informado Culemanía.

Carencias defensivas

Un supuesto idílico que todavía no se ha cumplido. Desde la marcha de Sertaç Sanli, el último pívot defensivo, el mánager Juan Carlos Navarro no ha encontrado un refuerzo para tapar el agujero en la pintura. Una deficiencia estructural que ha condicionado la firma de Pascual. Willy Hernangómez no ha cumplido su cometido como antiTavares, Jan Vesely brilla más en la canasta contraria y Youssoupha Fall es un apaño para disimular el boquete, a falta de presupuesto.

Por lo tanto, la entidad catalana podría realizar un esfuerzo extra para reforzar el puesto de 5 en las próximas semanas. Alternativamente, habría que esperar al término de la temporada 2025-26 para que caduque el contrato de Willy para liberar los 4,5 millones de salario bruto anual como jugador franquicia. Dicho espacio sí abriría las puertas a un fichaje de relumbrón en el poste para verano de 2026.