Hansi Flick felicita a Dro tras su partido ante el Vissel Kobe

Hansi Flick felicita a Dro tras su partido ante el Vissel Kobe FCB

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Los orígenes desconocidos de Dro Fernández: de llorar en el primer entrenamiento a deslumbrar con el Barça de Flick

La perla gallega debutó ante el Vissel Kobe y disputó 15 minutos, pero los hizo suficientes para dejar su sello con un golazo. Por otra parte, no participó ante el FC Seoul y fue titular frente al Daegu FC

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Pedro Fernández Sarmiento (Nigrán, 12/01/2008). El joven futbolista del Juvenil B que derribó la puerta del primer equipo con un golazo ante el Vissel Kobe. Solo tiene 17 años, pero todo hace indicar que tiene madera de crack. Sin embargo, esto no es ninguna novedad. No lo es, por lo menos, para aquellos que trataron con él en la Escuela Deportiva Val Miñor de su ciudad natal. Desde pequeño, se notaba que no era uno más, que era distinto. Sin embargo, no estaría donde está sin trabajo duro y paciencia.

Sus padres, Pedro, natural de Nigrán, y Ella Mae, de origen filipino, se preocuparon por educar en valores a sus tres hijos. Dro es el mediano de los hermanos. El mayor, David, ya jugabada en el Val Miñor. El menor, Xian, lo hace ahora. Esto llevó al chico a probarse con 5 años en la sección de fútbol sala. Sin embargo, el primer día, al ver que se quedaría sin su madre, se echó a llorar. 

Del llanto al fútbol

"Cuando llegó, era muy pequeño y no quería ni entrenar. Ese día se echó a llorar y se fue con la madre, aunque volvió más adelante", explica Javier Lago, coordinador de la escuela. "Dro siempre ha sido un niño reservado, pero muy educado. No era demasiado extrovertido, pero se llevaba muy bien con todos sus compañeros", continúa. De la misma manera, recalca en numerosas ocasiones su respeto y asegura que le viene de familia: "Tienen una educación de diez".

Dro Fernández en sus inicios en la ED Val Miñor

Dro Fernández en sus inicios en la ED Val Miñor REDES

El joven nigranés se inició en el fútbol sala. Después pasó a jugar en fútbol 8, hasta terminar desarrollándose en campo completo. No obstante, siempre ha compartido vestuario con chicos de un año más, a raíz de su talento. Javier Lago relata que, el día que se fue llorando, en una conversación con un ayudante dijeron: "Hay que decirle que venga. Por cómo paraba el balón, cómo chutaba. A estos niños se les nota el talento diferente a los demás desde pequeños". De hecho, asegura que, al verlo jugar en la Masía, "se asemeja mucho" a lo que hacía como infantil en la ED Val Miñor.

Dro Fernández dribla a un rival en un torneo durante su etapa como infantil en el Barça

Dro Fernández dribla a un rival en un torneo durante su etapa como infantil en el Barça Redes

Crack en potencia

Dro se formó en un club por donde pasaron estrellas de la talla de Thiago y Rafinha Alcántara, así como Rodrigo Moreno. De hecho, compartió vestuario con Bruno, hijo pequeño de Mazinho. Sin embargo, Juan Díaz, presidente de la entidad, afirma que ellos mantienen "el perfil bajo". "No hacemos ninguna fiesta con estas cosas, aunque estamos orgullosos", explica. Entiende que son chicos con mucho talento, con "una genética especial", y que en el Val Miñor solo se aseguran de "cuidarlos bien" y "moldearlos"

El mural en el campo del Val Miñor en el que aparecen Thiago, Rafinha, Rodrigo Moreno y Santi Comesaña, todos formados en el club gallego

El mural en el campo del Val Miñor en el que aparecen Thiago, Rafinha, Rodrigo Moreno y Santi Comesaña, todos formados en el club gallego Redes

El canterano del Barça pronto comenzó a ir con una categoría superior. De hecho, Antón Davila, quien fuera su entrenador en su primer año como infantil, relata que incluso jugó con los juveniles en División de Honor --dos años más que él-- y destacó. Sobre su talento, tiene una anécdota curiosa. Pedro estaba jugando como mediapunta ante la cantera del Celta. "Recibía todos los balones de espaldas. Tenía un tío encima, pero le giraba de todas las maneras: de espuela, de exterior, con una pierna o con la otra". El técnico del cuadro vigués le dijo a su jugador "siempre te hace la misma". Davila afirma que lo miró y le dijo "Messi también te hace siempre la misma y se va". Ese niño generaba frustraciones constantes. 

Dro Fernández salta al campo con la Selección Galega y luce una camiseta en honor de su compañero y amigo Pedro Villar

Dro Fernández salta al campo con la Selección Galega y luce una camiseta en honor de su compañero y amigo Pedro Villar REDES

Mentalidad

Durante su etapa en Val Miñor, Dro recibió el interés del Deportivo de La Coruña y del RC Celta. También de otros clubes, como el Real Betis y el Real Madrid. Sin embargo, optó por el Barça, que realizó una apuesta fuerte por él. Como jugador, estaba claro que era un proyectazo. Sin embargo, un aspecto a trabajar en el futuro era su mentalidad. En sus inicios, necesitaba sentirse arropado, pues tendía a la frustración y a bajar la cabeza cuando no le iba bien. De hecho, Álex Villar, director deportivo del cuadro gallego, explica que rechazó una convocatoria de la selección gallega porque no se sentía cómodo en el grupo.

Dro Fernández en el vestuario con la Selección Galega

Dro Fernández en el vestuario con la Selección Galega Redes

Todos los trabajadores del club de su infancia contactados para este artículo destacan su buena educación y su compañerismo. En la misma línea, afirman que, a pesar de ser un gran jugador, "trabajaba como el que más". "Era un ejemplo para sus compañeros", asegura Juan Díaz. Sin embargo, no era muy confiado: "Los penaltis al principio le costaban. Falló unos cuantos y después no quería tirarlos. Lo apoyamos y conseguimos que los chutara y los marcara, pero le costó", afirma André, su exentrenador.

Pedro Fernández y Pedro Villar, homenajeados antes de su partida hacia la Masía

Pedro Fernández y Pedro Villar, homenajeados antes de su partida hacia la Masía ValMiñorTV

Los Pedros

Pedro Fernández arribó a la Masía acompañado de Pedro Villar. Uno es un interior fantasioso y otro un pivote táctico. Compartían la medular del conjunto de Nigrán y el Barça se fijó en ambos. De hecho, el apodo del protagonista de este artículo proviene de sus tiempos en Galicia. A uno lo llamaban Dro y al otro Villi. El diminutivo del primero se mantiene a día de hoy. Además de buenos futbolistas, los Pedros son muy buenos amigos y sus familias son íntimas.

Pedro Villar y Dro Fernández juegan a videojuegos con compañeros de la Masía en un evento de Nike

Pedro Villar y Dro Fernández juegan a videojuegos con compañeros de la Masía en un evento de Nike REDES

Álex Villar, padre del pivote y director deportivo del Val Miñor, asegura que Dro es como "un hijo" para él y está muy orgulloso por lo que ha conseguido. "Los padres somos muy amigos, pero ellos son como hermanos", afirma sobre la relación que tienen. De hecho explica que, hasta ahora, los tocayos "han compartido habitación siempre" en la Masía. 

Los jugadores del Barça celebran el gol de Dro Fernández ante el Vissel Kobe

Los jugadores del Barça celebran el gol de Dro Fernández ante el Vissel Kobe EFE

Orgullo

La alegría en Nigrán por el joven futbolista del Barça es máxima. Álex Villar relata que su familia estaba que no cabía en sí de alegría tras su debut. Sin embargo, reconoce que tienen ganas de que "la situación se normalice", pues el ruido mediático es una presión añadida para el chico. No obstante, están muy orgullosos. Ven que ese talentoso niño se está convirtiendo en un gran futbolista, en gran parte gracias a lo que aprendió en casa. 

Pedro 'Dro' Fernández en un entrenamiento con Flick

Pedro 'Dro' Fernández en un entrenamiento con Flick REDES

"Si lo cuidan, tienen una joya con Dro", asegura Villar. Sobre la posibilidad de que los casi hermanos compartan vestuario en el primer equipo, explica que le encantaría, pues "un padre quiere lo mejor para sus hijos". Sin embargo, no mete prisa a ninguno de los dos: "Que disfruten, que es lo más importante". Esta es la historia de Pedro Fernández Sarmiento, un chico educado, humilde y responsable, que pasó de no querer jugar al fútbol a encandilar a Hansi Flick con un debut deslumbrante ante el Vissel Kobe, donde militó otro genio del balón y mito azulgrana, Andrés Iniesta.