
Pedri y Pau Cubarsí, con las manos en la cabeza, después de que Szymon Marciniak señalara un penalti en el Inter-Barça EFE
El gran fiasco del Barça de Laporta en la temporada 2024-25: Europa es la pesadilla
El club azulgrana ha cerrado el curso sin ningún gran título europeo y con cuatro de seis ligas posibles
Más información: La nueva Grada d'Animació del Barça arranca en septiembre
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El curso 2024-25 se acaba. Ha sido un año muy movido en el Barça, con grandes éxitos y decepciones sonadas, marcado por los tres títulos del equipo de fútbol: Liga, Copa del Rey y Supercopa de España. Pero no todo han sido alegrías en las oficinas del Camp Nou. Las secciones están en crisis, sobre todo el baloncesto y el fútbol sala.
El Barça, además, ha fracasado en Europa. Ninguno de los seis equipos (fútbol masculino, femenino, baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey sobre patines) ha ganado su torneo continental.
Las cuatro ligas
En España, en cambio, el Barça ha superado al Real Madrid en el fútbol masculino y el femenino. Ha ganado las dos Ligas. Igual que el balonmano y el hockey sobre patines. Las grandes decepciones han sido el fútbol sala y, sobre todo, el baloncesto.

Iñigo Martínez levanta el título de Liga del Barça en Montjuïc FCB
El basket es la sección más deficitaria del Barça. Los ingresos aumentan muy poco y los recortes pasan factura. En los dos últimos años, el equipo fichó 11 jugadores y dos técnicos, y no ha ganado nada. Su agonía contrasta con la alegría del Real Madrid.
Presidente futbolero
El Barça es el club más polideportivo de los grandes de España. Sin embargo, los presupuestos menguan o se mantienen. Laporta es un presidente muy futbolero. En el Palau nunca ha sido querido y ahora, mucho menos.

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A un año para las elecciones presidenciales, Laporta está en manos del equipo de fútbol. Cada título son miles de votos. El gran sueño es la Champions. Esta temporada, el equipo estuvo a un gol de la final de Múnich.
Juan Carlos Navarro
Con Hansi Flick como entrenador, el Barça ha recuperado la autoestima y vuelve a ser un equipo admirado en toda Europa. En baloncesto, en cambio, la crisis va a más. Laporta ha cerrado el grifo y Juan Carlos Navarro debe hacer malabares para confeccionar un equipo mínimamente competitivo, símbolo de la decadencia de unas secciones dejadas de la mano de Dios.