
Emotivo abrazo entre Mike James y Kevin Punter tras el Mónaco-Barça (85-84) EFE
La estrella de Navarro en el Barça de basket que acabó destrozada en Mónaco: víctima de la peor decisión
Una de las grandes estrellas fichadas por Navarro pinchó en el momento decisivo, siendo derrotado por Mike James, uno de los jugadores con los que tiene una mayor rivalidad
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Todavía escuece la eliminación del Barça de basket en Mónaco. Una jornada fatídica, la del pasado 6 de mayo, que bien puede ser rebautizado como el martes negro del Barça en Europa. Justamente se ha cumplido una semana de la eliminación tanto del primer equipo de fútbol a manos del Inter, como del conjunto entrenador por Joan Peñarroya.
El gran protagonista del partido (85-84), para bien y para mal --como suele decir el padre de Lamine Yamal--, fue Kevin Punter. Máximo anotador del encuentro, con 19 puntos, superó a uno de sus grandes rivales en el baloncesto profesional, Mike James (18), que ya le dejó fuera del mejor quinteto de la Euroliga. Se llevan tres años de diferencia y ya en Estados Unidos habían rivalizado cuando eran más jóvenes. Posteriormente, han sido contrincantes en el basket europeo. Son perfiles similares: brutales anotadores que no destacan por su físico (ambos por debajo de los 1,95 metros de estatura) y que suelen decidir los finales calientes.
Duelo con Mike James
Aunque Punter anotó un puntó más, Mike James es quien más contento se fue a casa. La victoria se quedó en Mónaco a pesar de que el escolta azulgrana tuvo el último lanzamiento en sus manos. Se la jugó de tres puntos, aunque bastaba con una canasta de dos para ganar. Punter prefirió tirar a pesar de que Willy Hernangómez estaba bajo el aro emparejado, precisamente, con James, mucho más pequeño de tamaño. Lo que podría haber sido una canasta fácil terminó en un tiro forzado. Y fallado.

Kevin Punter, durante una acción del Mónaco-Barça de la Euroliga EFE
Punter, de asombroso parecido al mítico Allen Iverson --tanto en el aspecto como en su forma de jugar--, terminó destrozado el partido. Pero no físicamente, sino moral. Estaba completamente "deshecho", según suentan a Culemanía fuentes presenciales del partido. Muy fastidiado por haber fallado el tiro, pero aún peor por una situación del todo inesperada.
El gran error de Punter
Al parecer, Punter no era consciente del tiempo exacto que quedaba para finalizar el partido. Se pensó que quedaba menos tiempo cuando él mismo cogió el rebote del último lanzamiento fallado por el cuadro monegasco. Quedaban siete segundos, pero se pensó que solamente tenía cuatro o cinco por delante y se precipitó. Lanzó a falta de dos segundos en lugar de pasarla a Willy, que salió a correr la contra y se la reclamó bajo el aro. No sirvió de nada.

Kevin Punter, Darío Brizuela y Willy Hernangómez en la pista del Fenerbahçe FCB
Punter se la jugó porque considera que le corresponde a él asumir la responsabilidad. Curiosamente, James también tuvo el último tiro del Mónaco en sus manos, pero la terminó pasando. No sirvió de mucho, porque fallaron, pero fue más solidario. Punter, sin embargo, pecó de individualista en esa acción. Volvió a decidir mal en un final de partido. Y ya van unos cuantos. Si la hubiese pasado a Willy, probablemente el Barça habría alcanzado la Final Four, que se disputarán del 23 al 25 de mayo estos cuatro equipos: Panathinaikos-Fenerbahçe y Olympiakos-Mónaco.
Como el Barça de Flick
El Barça podría haber estado en esa final, pero no supo jugar el final de partido, como tampoco el primer equipo de Flick supo cerrar una remontada antológica en Milán. Cuando más favorable estaba el marcador, con el 2-3 en el Giuseppe Meazza a falta de seis minutos, los azulgranas se despistaron y el Inter empató para llevar el partido a la prórroga, donde se impuso. Un martes negro en Europa que todavía deja secuelas. Y un reto para la escuadra de Peñarroya: hay que seguir los pasos del equipo de fútbol y, al menos, ganar al Real Madrid en la Liga Endesa.