
Los jugadores del Barça de basket celebran la victoria contra el UCAM Murcia FCB
Mal rollo en el Palau: el gran problema del Barça de basket tiene nombre y apellidos
La sección está en crisis y Laporta prepara medidas drásticas dentro de unos meses
Más información: El entrenador mejor posicionado para suplir a Peñarroya
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El Barça de basket no es un equipo fiable. Joan Peñarroya tiene jugadores con mucho talento, pero no ha podido armar un buen bloque. En febrero, el balance es decepcionante, impropio de un club que aspira a ganarlo todo: 25 victorias y 22 derrotas. La afición del Palau está que trina y pide soluciones a Joan Laporta, un presidente muy futbolero pero con poca sensibilidad por las secciones profesionales. Y el gran señalado es Juan Carlos Navarro.
Navarro es uno de los grandes mitos del Barça de basket. Como jugador, lo ganó todo: ocho Ligas, siete Copas del Rey, cinco Supercopas de España, una Copa Korac y, sobre todo, dos Euroligas. Las dos únicas que tiene el club. Las conquistadas en 2003, en el Palau Sant Jordi, y en 2010, en París.
Un año en la NBA
La Bomba era un escolta letal. El mejor de Europa. Las enchufaba casi todas y nunca se escondía en la pista. Al contrario. Su muñeca solía calentarse en los momentos más delicados. Era el gran ídolo de la afición barcelonista.

Juan Carlos Navarro, manager general del Barça de basket
Navarro (Sant Feliu de Llobregat, 1980) debutó el 23 de noviembre de 1997 con el primer equipo del Barça y jugó hasta 2018. Solo abandonó un año el club azulgrana, para jugar en la NBA con los Memhpis Grizzlies, y su camiseta fue retirada en el Palau en 2019.
Jasikevicius y Mirotic
Certero en la pista, mucho más dudosa es su valía en los despachos. Hoy es el manager general de una sección en crisis. En verano de 2023, Laporta desmontó un Barça ganador, con Jasikevicius y Mirotic como grandes referentes, y Navarro tuvo la misión de construir un nuevo proyecto.

Jasikevicius da indicaciones a sus jugadores contra el Barça de basket EFE

Nikola Mirotic comanda una jugada en el partido contra el Barça de basket ARMANI MILAN
Navarro intentó combatir el malestar de la afición barcelonista con el fichaje de Kevin Punter, pero el escolta norteamericano renovó su contrato con el Partizán cuando ya se había comprometido con el Barça. La respuesta del manager general no fue la contratación de otro escolta top. No. Navarro fichó a Willy Hernangómez.

El tiro libre de Joel Parra en el partido contra el BAXI Manresa FCB
Los derechos de Willy en España los tenía el Real Madrid, que podía recuperar al pívot madrileño si igualaba la oferta del Barça. Y la propuesta barcelonista fue indecente: 12,5 millones de euros por tres años. Su rendimiento nunca ha estado en concordancia con su elevado coste.
Parra y Brizuela
Navarro también dio luz verde a los fichajes de Parra y Brizuela tras pagar algo más de un millón de euros al Joventut y otro tanto al Unicaja por dos actores secundarios en el Barça. Y se la jugó con Roger Grimau en el banquillo.
"La apuesta por Grimau era muy arriesgada", argumentó Navarro hace casi un año. El recambio fue Joan Peñarroya, un técnico de perfil medio, que triunfó en Burgos pero fue despedido del Baskonia. En verano también llegaron Núñez, Punter, Anderson, Metu y Fall, buenos jugadores, pero los problemas van a más y Navarro podría ser la pieza sacrificada por Laporta dentro de unos meses.