El Barça de basket se jugará su clasificación para la Final Four en el Palau Blaugrana. En Atenas, el equipo de Roger Grimau no supo sentenciar a un Olympiacos mucho más físico. En otro partido horroroso, el campeón de la Liga ACB recibió 92 puntos y solo anotó 58. La derrota, escandalosa, retrató las carencias de un Barça bipolar.
Olympicos tuvo mucha más intensidad y deseo que el Barça en el pabellón de la Paz y la Amistad. McKissic acribilló el aro barcelonista con 21 puntos en un partido que fue un monólogo rojo a partir del segundo cuarto. Tras resistir en el primero (21-23), el grupo azulgrana se resquebrajó y encajó un parcial de 32-14 que anticipó un desenlace bochornoso.
El Barça no encontró soluciones en ataque. Solo Jabari Parker llegó a los 10 puntos en un equipo que depende demasiado de Laprovittola, autor de cinco puntos. Ricky Rubio (3 puntos) tampoco tuvo su día. No es la primera vez que encalla el conjunto azulgrana, que necesita un tirador de garantías. También más mala leche en el juego interior. Los problemas están perfectamente detectados, pero no será fácil encontrar soluciones a corto plazo. Ni a medio si la sección no incrementa el presupuesto.
Grimau, un técnico que pocas veces levanta la voz, no contagia su pasión al equipo. El Barça es un equipo con más talento que carácter. También falta un líder, un jugador que asuma el papel que interpretaba Nikola Mirotic.
El despido de Mirotic
El Barça despidió a Mirotic porque cobraba 11 millones de euros anuales. No está el club para tales dispendios. El problema es que invirtió otro pastizal, más de cuatro millones, por Willy Hernangómez, un pívot con muy buena mano pero poco aplicado en defensa. El club también fichó a Joel Parra y Darío Brizuela, por quienes pagó traspaso millonario al Joventut y al Unicaja. Mucho más acertada fue la contratación de Jabari Parker, una exestrella de la NBA castigada por las lesiones.
También racaneó el Barça con el entrenador. Se fue Jasikevicius y llegó Grimau, que aceptó un salario impropio de un club de élite y sin experiencia en la máxima competición. Ahora, ganarle al Madrid parece una gesta. Hace un año, el grupo azulgrana falló en Europa, pero ganó la Liga ACB con gran autoridad. Con un rotundo 3-0 al mejor equipo continental.
Hace un año, el presupuesto del Barça era de 43 millones. En el curso actual, de apenas 30. Los números no cuadraban y algunas inversiones no han sido satisfactorias. Llegar a la Final Four, ahora, sería un exitazo. Antes, en los tiempos de Aíto García Reneses, ser subcampeones de Europa era motivo para quemarlo todo, prueba de que el Barça de Laporta está en crisis.