El Barça vive tiempos de guerra. El presidente, Joan Laporta, pasó la tijera el pasado verano en todos los equipos del club y una de las secciones más afectadas fue la de baloncesto. Las pérdidas del curso anterior fueron de 56,6 millones de euros, al computar los despidos de Sarunas Jasikevicius, Cory Higgins y Nikola Mirotic, una cifra que la entidad rebajará notablemente en la actual temporada. Los ingresos, mientras, van al alza, pero Laporta necesita mucho más.
El coste de la plantilla de la pasada temporada era de 38,8 millones de euros. El de la actual, de 27 millones. En el presente ejercicio, el Barça espera superar los 17 millones de euros de ingresos, la mayoría procedentes de los derechos de televisión y del ticketing.
El nuevo Palau
Los ingresos han subido un 50% desde la temporada 2018-19. Es decir, en los cinco últimos años. Y Laporta está convencido de que se podrán rozar los 25 millones cuando el nuevo Palau Blaugrana, proyectado para 2028, sea una realidad.
La gran renovación de la sección se produjo el pasado verano, con la salida de Jasikevicius (3,5), Higgins (3,5) y Mirotic (11). Entre los tres cobraban 18 millones de euros anuales.
Deberes para Navarro
El Barça intentó frenar el golpe con fichajes ilusionantes como los de Joel Parra y Willy Hernangómez, pívot madrileño cuyos derechos los tenía el Real Madrid. Por ello, el club azulgrana le presentó una oferta de 12,5 millones de euros.
Juan Carlos Navarro, manager general, prepara nuevos cambios en el primer equipo. No lo tendrá fácil para renovar los contratos de dos jugadores básicos para Grimau: Kalinic y Parker.