El Barça de basket es un equipo en construcción. Roger Grimau cuenta con el aval de Juan Carlos Navarro, manager general, y Joan Laporta, presidente, pero su gestión de la plantilla ha chocado con problemas inesperados. El más importante, posiblemente, el carácter de Willy Hernangómez, un jugador con mucha clase pero poco intenso en defensa.
Grimau, a diferencia de Jasikevicius, es un entrenador más didáctico que impulsivo. No es partidario de grandes broncas, pero ya ha elevado la voz en más de una ocasión. Sobre todo, para expresar su descontento con Willy Hernangómez.
La discusión
El Barça tocó fondo hace una semana, tras acumular siete derrotas en 10 partidos. Y tras una mala actuación del equipo, Grimau y Willy discutieron acaloradamente, con duras acusaciones y gritos.
Juan Carlos Navarro, preocupado, se pronunció el día después para defender a Grimau y denunciar que la actitud de algunos jugadores era "inaceptable". Internamente se gestionó la crisis y el Barça reaccionó.
Tres victorias consecutivas
El equipo azulgrana, contra las cuerdas, ganó al Real Madrid, al Baskonia y al Obradoiro. Las tres victorias, de momento, han calmado los ánimos en el Palau y Grimau espera que Willy mejore su actitud. Sin duda, el triunfo en Euroliga frente al eterno rival ha supuesto un punto de inflexión positivo para el equipo.
Al acabar la pasada temporada, Laporta activó la gran revolución en la sección de baloncesto al prescindir de Jasikevicius, Mirotic y Higgins. Tampoco se renovaron los contratos de Kuric, Sanli y Tobey. Grimau fue elegido nuevo entrenador y llegaron Joel Parra, Darío Brizuela, Willy Hernangómez y Jabari Parker.