El Mundial amenaza la comunión en el vestuario del Barça femenino

El Mundial de Australia y Nueva Zelanda ha empezado para una España que ha echado a volar con el 3-0 endosado a Costa Rica en la primera jornada. La selección entrenada por Jorge Vilda --siempre refrendado por la Federación-- se impuso con autoridad y aprovechó para postularse como una de las favoritas del torneo. Un campeonato que, de cara a los próximos meses, podría pasar factura a la estabilidad y comunión que ha reinado siempre en el vestuario del Barça femenino.

No hay que olvidar que Aitana Bonmatí, una de las jugadoras culés que meses atrás renunciaron a la selección hasta que hubieran "cambios internos", decidió volver para disputar la gran cita internacional. No quería perderse un torneo de semejante importancia, tanto deportiva como mediática. Y es por ello que, tras enviar un correo declarándose de nuevo seleccionable, se encuentra disputando el Mundial junto a otras culés como Ona Batlle --quien también renunció inicialmente-- y Alexia Putellas.

El Barça bate récords pese a la división

La mejor jugadora del mundo y ganadora de dos Balones de Oro nunca rechazó a la Selección a efectos oficiales, pero siempre mostró su apoyo a las 15 rebeldes --como las llamaron en algunos medios-- y criticó la gestión interna del fútbol femenino desde la RFEF que preside Rubiales. En cualquier caso, también ha querido apoyar a la Roja y disputar un Mundial en el que, de momento, no acaba de estar al 100% físicamente.

El FC Barcelona es el club con más jugadoras convocadas para el Mundial. Las 18 futbolistas citadas sitúan al equipo de Jonatan Giráldez como el conjunto con más participantes, por encima del Chelsea, el segundo que más aporta. Sin embargo, podrían ser aún más. Patri Guijarro, Claudia Pina y Mapi León prefirieron no declararse seleccionables, al mostrarse fieles a sus ideales. Sandra Paños sí lo hizo, pero el buen rendimiento de Misa Rodríguez hizo que Vilda no la convocara igualmente.

Alexia Putellas, poco antes de ingresar al campo en el debut de España en el Mundial SEFÚTBOL

Rencillas y tensiones por solucionar

Sea como sea, la decisión de las cuatro futbolistas culés que no han acudido al Mundial --pese a ser pilares indiscutibles en la pasada Eurocopa-- contrasta directamente con la elección de Aitana Bonmatí, Ona Batlle o Mariona Caldentey, quienes optaron por recoger cable para poder disputar el Mundial. Cualquiera de las dos posturas es perfectamente entendible y respetable, pero resulta obvio que la disparidad de opiniones podría afectar a la buena dinámica del Barça femenino.

Eso, siempre y cuando quede alguna rencilla de por medio. Según pudo saber Culemanía semanas atrás, por fuentes cercanas al vestuario culé, en el entorno de varias integrantes del Barça femenino aparecieron tiranteces tras la convocatoria de Jorge Vilda para el Mundial. “Patri Guijarro renuncia a un Mundial en el mejor momento de su trayectoria por defender sus principios hasta el final, mientras otras de mayor renombre --como Alexia y Aitana-- se bajan los pantalones. Y son ellas las que realmente tendrían que dar ejemplo para luchar por los intereses del resto”, protestan voces cercanas a las tres disidentes que se mantienen firmes, críticas con la decisión que han tomado sus compañeras.

Mapi León, Claudia Pina y Sandra Paños, imagen de la pretemporada del Barça / FCB

Dos bloques en el vestuario del Barça

Mientras las tensiones siguen en el aire, el Barça ha anunciado que disputará dos amistosos en México a finales de agosto y principios de septiembre, frente al América y al Tigres. Para promocionar la mini-gira de pretemporada, el club ha usado la imagen de tres de las jugadoras que no han acudido a la llamada de la Selección y se han quedado en casa: Sandra Paños, Claudia Pina y Mapi León.

De cara al transcurso de la próxima temporada, se espera que estos dos bloques --el de las que han reculado para participar en el Mundial y las que no lo han hecho-- acerquen posturas. Y, sobre todo, que reine la comunicación y el respeto mutuo en el vestuario. Todo sea para que las vigentes campeonas de la Champions League sean capaces de seguir ganando títulos y haciendo historia con el escudo del FC Barcelona.