Noche de alegría para el Real Madrid, por desgracia para los culés. El conjunto blanco se paseó con la copa de campeón de Liga delante de su afición, en el Santiago Bernabéu. El mismo día en la que endosaron una manita al Alavés. Los merengues se divirtieron a tiempo completo. Solo truncó la jornada el susto de un central importante para Carlo Ancelotti.
Se trata de Eder Militao. El zaguero brasileño quedó tendido en el terreno de juego un par de minutos, durante la segunda mitad del encuentro. El defensa blanco, después de un salto junto al delantero del conjunto vasco, Samu Omorodion, pisaba mal el césped. En consecuencia, se llevó la mano a la rodilla.
Fiesta en el Bernabéu
La fiesta vivida en el Santiago Bernabéu se detuvo por completo. Militao es clave para la zaga defensiva del Real Madrid, que aún así se las ha apañado para plantarse en la final de la Champions League. Además, los aficionados merengues vieron como el central se quejaba de la misma rodilla en la que sufrió una lesión en los ligamentos cruzados.
Por suerte, el susto de Militao solo se quedó en eso, un simple susto. El partido frente al Alavés estuvo marcado por la falta de intensidad. El Madrid, campeón de Liga, no se jugaba nada. Tampoco el equipo vasco, salvado matemáticamente.
Puesta a punto
El Real Madrid ganó sin despeinarse en el Santiago Bernabéu, en un encuentro de práctica para la final de la Liga de Campeones. Ancelotti no se guardó nada, y los titulares afinaron la puntería. Jude Bellingham, Vinicius Jr. por partida doble, Fede Valverde, junto a Arda Guler, anotaron los tantos del equipo local.
Y Thibaut Courtois sigue poniéndose a tono para la gran cita. El guardameta belga no encajó ningún gol. En cambio, el Alavés, ya salvado, alineó al portero suplente, Owono. Cinco goles fueron pocos. El Madrid quiere conquistar su decimoquinta orejona.