El Real Madrid acabó frustrado por el empate en Sevilla. Y Carlo Ancelotti, su entrenador, estaba muy molesto con el arbitraje de Del Cerro Grande. Al acabar el partido, al técnico italiano le preguntaron por la actuación del colegiado y Ancelotti, habitualmente comedido, se mordió la lengua. Prefirió tirar de ironía.
"La ironía es la única manera. Porque si digo lo que pienso, me caen muchos partidos. Y lo que más me gusta es sentarme en el banquillo del Real Madrid. Para evitar suspensiones, no digo lo que pienso. Tiro de ironía", manifestó Ancelotti en el Sánchez Pizjuán.
Ancelotti también habló de la trifulca entre varios jugadores en la que, una vez más, estuvo implicado Vinicius: "¿Pero qué ha pasado? ¿Una pelea en la que estaban involucrados muchos jugadores, no solo Vinicius, verdad? El árbitro hizo bien en separar".
La dura entrada de Bellingham
El entrenador del Real Madrid, obviamente, no tenía quejas contra la permisividad arbitral en la dura entrada de Bellingham a Rakitic que debió costarle la tarjeta roja al mediapunta del Real Madrid.
Ancelotti podrá contar con Bellingham el próximo sábado, en el primer clásico de la Liga entre el Barça y el Real Madrid que se disputará en Montjuïc.