Fácil. Muy fácil. El Real Madrid tuvo un plácido estreno en San Mamés. Una meritoria acción de Rodrygo y un afortunado remate de Bellingham bastaron al equipo de Ancelotti para tumbar a un Athletic sin pólvora. La única nota negativa para los madridistas fue la lesión de rodilla de Militao.
A la espera de Kepa como relevo de Courtois, Ancelotti alineó a Lunin en San Mamés el día que prescindió de Modric y Kroos en el equipo titular, señal de que empieza una nueva era en el Madrid. La era del rombo en el centro del campo.
La primera alineación
El Madrid, de entrada, jugó con Lunin, Carvajal, Militao, Alaba, F. García, Valverde, Tchouameni, Camavinga, Bellingham, Rodrigo y Vinicius.
El Athletic, muy intenso, tuvo controlado el partido en los primeros 25 minutos. Al Madrid le costaba encontraba encontrar espacios, pero todos los problemas del equipo de Ancelotti los resolvió Rodrygo con una brillante acción individual.
El segundo gol, de Bellingham
El gol tuvo un efecto terapéutico para el Madrid y devastador para el Athletic. Herido en su orgullo, el equipo de Valverde no supo defender un saque de esquina que permitió, con muchas dos de fortuna, a Bellingham marcar su primer tanto en la Liga.
En el segundo acto, el Madrid no tuvo problemas para conservar su renta y Bellingham dejó destellos de su gran clase en Bilbao.